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TEXTIL DE PIGÜÉ: 19 AÑOS Y LO BUENO POR VENIR

La Cooperativa de Trabajo Textiles de Pigué, cumple los 19 años a tambor batiente; ha tenido una magnífica historia, rica en sucesos y emociones, contabilizan que todo lo que les sucedió fue bueno y está muy bien, porque la vida va equilibrando y también hay que aprender.

Francisco Martínez un notable protagonista de esta historia, nos cuenta la misma de una manera subjetiva y personal, con empatía, jugando a transmitirnos que, en definitiva, el primer paso que dieron, la primera decisión, que fue recuperar el trabajo de todos valió la pena.

La siguiente es una historia contada por él mismo y nos sentimos privilegiados por poder transmitirla a nuestros queridos lectores y lectoras.

La Planta Textil - copia
La Planta Textil

Francisco Martínez –Director Fortalecimiento Socio-económico Consejo Directivo Cooperativa de Trabajo Textiles Pigüé

“Como hemos pregonado en estos últimos 19 años, a veces se está mejor, a veces se puede, a veces se pierden oportunidades momentáneamente o a veces parece, sólo parece, que no se puede.

Es así que, entonces, a través de ese razonamiento colectivo, fuimos midiendo resultados como exitosos siempre, incluso en algunos retrocesos, para seguir con lo de acompañarnos entre todos y todas porque después de tener trabajo vienen sueños, proyecciones y esperanzas. En resumen, para poder acceder a cinco derechos elementales: trabajo, alimentación, educación, salud y vivienda.

En la vida, en cualquiera de sus órdenes, se pierde más de lo que se gana. Sea en el juego de cartas del chinchón o en una revolución. Pero por lo primero que entre todos y todas venimos luchando, ni más ni menos que por trabajo, siempre tenemos algo para sonreír, un motivo por el cual festejar”.

Sin decisiones apresuradas

“Que no tomemos decisiones apresuradas y que la coyuntura, por más dura que sea, con su trampa pergeñada lejana a la planificación y a la capacitación constante, no nos haga caer en el análisis rápido, fácil y vacío de desarrollo y argumentación; este será siempre el desafío.

Al contrario, ninguna discusión está cerrada en la autogestión, sigue en debate. Pero ponemos todo en contexto y vemos que luchar siempre es la tarea, aunque muchas veces sin los resultados que esperábamos. En muchas de esas ocasiones esto ha sido provocado en parte por los apuros y las urgencias, pero de terceros; no de los actores y actrices principales. Si no fuera por ese pensar, ya hubiésemos estado afuera, podemos aseverar hoy repasando nuestra joven vida en el cooperativismo”.

Detalles para una gloriosa historia

“Vean si no es así. Veamos todos los éxitos y todos “los fracasos”. Un escenario de crisis y una decisión. Una ocupación, un animarse, una resistencia, con los miedos a upa para que no nos lastimen. Una planificación empresaria con la humildad de no saber, pero querer aprender, yendo a golpear puertas a universidades y casas de estudio.

El primer cliente, el primer proveedor que no se quiso salvar con nosotros, queriendo cobrar con la nuestra desesperación lo que le debían otros. El primer profesional recibido, la conexión de la luz, la del gas, la primera máquina encendida. Las asambleas, las peleas, las discusiones, los abrazos y los brindis.

La primera invitación a encuentros para contar en qué andábamos; las madres, las abuelas, los hijos. Cobrar los viernes prácticamente nada y esperar a que al menos nos atiendan en el Banco, cosa que lográbamos, aunque nos largaban a las seis de la tarde; las quincenas atrasadas, pero con todos y todas adentro, sin que el mercado indique la suerte de nadie, nunca queriendo achicar a la organización.

Y, así las cosas, igual los festivales de cine, las obras de teatro, los convenios con el programa “Envión” y el Patronato del Liberado, y con las cárceles y las segundas oportunidades, y los microcréditos con la comunidad organizada, las ferias, los 24 de Marzo, los 1° de Mayo”.

Gente que se suma y nuevas marcas

“Pelear por la escrituración tan soñada de la empresa que recuperamos, frenada siete años, pero lograda finalmente y ya prácticamente pagada, con el crecimiento siempre por venir como acto de fe y de coraje, y los terrenos del parque industrial y la planta de la avenida Casey transferida desde la cooperativa para la comuna y sus habitantes.

El nacimiento de la marca “FIBRA”, la indumentaria deportiva, el deporte, los clubes de liga, los clubes de barrio, los pibes y pibas transpirando la camiseta.

Y otra vez el neoliberalismo y nuevamente las quincenas atrasadas, pero siempre con las personas adentro y no en sus casas; y la pandemia y la importancia de medir si estábamos a la altura, y la creación de la nueva marca “SANITEX” y que nadie se quede sin barbijos en el pueblo; y otra vez los clientes y otra vez los proveedores, los tres turnos, y una máquina nueva, y otra y otra, y dos más, y otra.

Y detrás de eso, o mejor dicho por delante, un trabajador asociado, otra compañera asociada, y tres y cuatro más, y las mantas para el sector petrolero y entonces ocho laburantes más, y otro y otra y “anotame al pibe”, “a mí a la piba”, y ciento cuarenta, y ciento cincuenta, y él “¿cómo te llamas vos? Bienvenido compañero. Bienvenida compañera”. Y ciento sesenta y por allá ciento setenta; y acá nos encontramos los ciento ochenta, queriendo compartir con nuestro pueblo de Pigüé y con las organizaciones del trabajo de todo el país este nuevo Aniversario”.

Un agradecimiento a los que ya no están

“Las cosas tardan en llegar, por lo menos para quienes luchan; y algunos de ellos ya no están. Muchos han sido parte estos años, en el momento que les tocó. Demasiado tenemos para agradecer. Nuestro recuerdo permanente para aquellas personas que tomaron una decisión de vida hace diecinueve años, trascendental para las aspiraciones de sobrevivir al desempleo y la fragmentación social y familiar a la que nos empujan las recetas conocidas por todos y que lamentablemente hoy se repiten.

Ninguna lucha es en vano ¡Salud Miguel Alazard, Luis Terrón, Miguel Alonso, Ernesto Montiel, Julio Balzi, Jorge Odera, Miguel Trujillo, y gracias, muchísimas gracias!
La organización vence al tiempo y si estamos organizados y juntos podemos más”.

Compartir es parte del sistema de trabajo

“Nuestros productos compiten en los mercados que nuestra empresa atiende y desarrolla; y lo hace con la mayor eficiencia posible, entendiendo los procesos de maduración de las personas que participan de este trabajo directa o indirectamente primero; y llegando a las resoluciones de manera colectiva posteriormente. Y así debe ser por la enorme cantidad de jóvenes -y no tan jóvenes- que se incorporan. Para unos y otros -todos muy jóvenes en cuanto a su vínculo con la autogestión- hay lugar.

En estos años hermosos de compañerismo y afecto desde y con la clase trabajadora, no recuerda nadie que hayamos subido a los escenarios de las modas y sus marquesinas pomposas, sino que más bien y por suerte, a nosotros y nosotras nos premian principalmente las organizaciones populares, como las de defensa de los Derechos Humanos, con su amistad y con su saber que comparten.

Porque. en definitiva, lo primero es lo primero; y a partir de esas relaciones iniciales es que aprendimos rápido a saber compartir, aunque se trague amargo, aunque no se nos crea a las y los trabajadores, aunque se nos abrume con interrogatorios sobre cómo y con qué íbamos o vamos a poder”.

Compromiso con la sociedad

“En fin, acá estamos agradeciendo una vez más el valioso acompañamiento de nuestra sociedad, como lo hacemos con cada compañero o compañera que nos haya sentido cerca y que nos compromete a seguir poniéndonos a disposición de aportar nuestras ideas sobre el trabajo y la producción en donde los y las trabajadoras de nuestra provincia o del país se quieran organizar. Porque como nos señalaban Hebe o Eduardo Hidalgo, lo importante y efectivo siempre será compartir. Y estas ganas, jamás, nunca, se nos van a ir.

Las empresas recuperadas de la Provincia de Buenos Aires y de todo el país merecen lo mejor, porque han demostrado, en los escenarios malos principalmente, lo que son capaces de generar. Necesitamos leyes que nos igualen con las demás empresas y con la clase trabajadora plena porque justamente eso es lo que somos: industriales nacionales y trabajadores y trabajadoras”.

Cuidar los puestos de trabajo

“Un salario o un retiro se recuperan, esa es la coyuntura de la que hablamos y en la que hoy inciden bastante las Políticas Públicas del momento, los humores del mercado, los gobiernos y sus gobernantes. Pero recuperar un puesto de trabajo es mucho más difícil.

Entonces creemos que, si entendemos todos y todas que la pelea es por los derechos definitivos, por las ART, por las jubilaciones, por las Leyes de Expropiación, por el Estatuto del trabajador y la trabajadora de la autogestión; por una más moderna Ley de Cooperativas de Trabajo, por la modificación de la Ley de Entidades Financieras.

Si esto y mucho más es comprendido, más temprano que tarde llegaremos a la victoria; y cuando vayamos a festejar va a haber una montaña fenomenal de compañeros y compañeras abrazándose y abrazando a sus hijos e hijas.

Nos proyectamos a partir de ahora hacia los veinte años. Con las mismas claridades conceptuales, tanto en algún fracaso parcial como en los éxitos definitivos. Con los mismos amigos y amigas de siempre y, si gustan, con muchos más”.

Colofón

“De los cinco derechos iniciales que nos planteamos al comienzo, sentimos que hemos recuperado casi todos. Nos queda uno, el del techo propio. Y desde nuestra hidalga Cooperativa de Trabajo Textiles Pigüé ratificamos, en este nuevo aniversario de nuestra lucha, lo que venimos diciendo: lo mejor está por venir”. 

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