“-Reafirmamos que la economía debe estar al SERVICIO DEL DESARROLLO INTEGRAL DEL HOMBRE, necesitando éste, seguridad económica para darle base a su desarrollo cultural. Por  ello, si nos quedamos sólo en la búsqueda de un resultado económico positivo, no habremos cumplido cabalmente nuestra misión.

-La afirmación de Principios la hacemos declarando que debemos dedicar nuestra capacidad y       esfuerzo para poner nuestras instituciones al servicio de la comunidad que integran.

-Reafirmamos nuestros Principios de respetar y promover en la actividad de nuestras mutuales la participación democrática de los asociados, como modo de gestión para la prestación del servicio. La democracia no se declara, se ejerce.

-Reafirmamos nuestro propósito de continuar bregando por la integración de los movimientos  asociativos para que sea instrumento de unidad y herramienta de transformación social.

-Reafirmamos también nuestro credo pacifista, ya que integramos un movimiento que es por  excelencia de Paz y Trabajo.

-De allí que debemos aportar nuestras ideas y comprometer nuestro esfuerzo y sacrificio  para ayudar al país, al pueblo del cual somos parte, a salir de la profunda crisis en la que nos encontramos.

-El movimiento asociativo, por haber desarrollado desde sus orígenes el servicio como   fin de una doctrina solidaria, no especulativa, sabiendo del esfuerzo que requiere el momento histórico, debe ofrecer su filosofía, sus herramientas, para ser utilizada en las reformas socio-económicas que la patria necesita. También ofrece, por su amplitud, su experiencia a la necesaria unidad nacional que la hora requiere. Es decir, trabajando en unidad      respetando la diversidad.

-El asociativismo, que no se debe instrumentar sobre el privilegio, que por lo tanto es democrático de origen y por vocación, ha demostrado con total nitidez que DEMOCRACIA Y EFICIENCIA no son términos excluyentes; muy por el contrario, se complementan íntimamente.

-El mundo y, en especial nuestro país, atraviesan momentos muy difíciles, pero podremos encontrar los caminos para resolver esas dificultades, si apelamos a los VALORES ESENCIALES DEL HOMBRE, y apoyándonos en ellos, promoveremos la organización adecuada para conseguir  esos fines.

-Es imprescindible participar en la vida social del país, única forma de trabajar y defender los  derechos que creemos justos, pues el cuerpo social es como la tierra: si el hombre de bien y de trabajo no la cultiva crece en ella la maleza.

-LA EXPERIENCIA aquilatada en nuestra actividad, buscando al servicio como objetivo final y a   la democracia participativa como modo de gestión para llevar ese servicio a la práctica, es la mejor   herramienta que podemos ofrecer a nuestro país.

-De allí que la dirigencia debe tener muy en cuenta que nuestras entidades no son un fin en sí mismo, sino un medio que debe ser apto para el desarrollo integral del hombre.

-Una sociedad es más justa y equitativa cuando es solidaria, y el asociativismo hace más de dos  siglos viene trabajando en ello.

-La Economía Social y Solidaria es una alternativa para generar mayor inclusión social. Es por eso, que se alienta constantemente la integración de las entidades a través de alianzas estratégicas. A partir de esa integración, se podrán resolver las necesidades básicas y las que hacen al bienestar común.”