Social y Solidaria

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Noticias Mutuales

LAS NOTICIAS FALSAS TIENEN CANALES DIGITALES

“Noticias falsas y el uso de WhatsApp como medio noticioso”, estudio realizado por el Grupo de Investigación conformado por Claudia Ardini, Nadir Emanuel Secco, Leonardo Corzo, Lucas Contreras y Nahúm Mirad; con la dirección de Claudia Ardini en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC, junto a la Mutual Conexión.

El dato surge de un estudio exploratorio realizado por un grupo de investigación de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba, junto con Mutual Conexión, en el que participaron más de 400 personas de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe.

Los datos, recabados a través de una encuesta distribuida aleatoriamente, señalan que el 18% de las personas reconocen haber compartido información dudando de su veracidad.

Otro grupo admitió cierta dificultad para identificar si una noticia era verdadera o falsa por sus propios medios. Para el equipo de investigación, esto plantea la necesidad de generar espacios para avanzar en instancias pedagógicas que promuevan el diálogo, problematicen y desnaturalicen la información recibida.

En Argentina, el consumo informativo digital asciende al 90%, y el 78% elige las redes sociales como fuente de información por sobre otras posibilidades, según un informe realizado por la Universidad de Oxford y el Instituto Reuters.

La desinformación viene por canales digitales

El informe Digital News Report 2021 reveló, además, que la desinformación sobre COVID-19 se difunde principalmente a través de canales digitales. En este sentido, la principal desconfianza se orienta hacia Facebook (28%), seguido de sitios y aplicaciones de noticias (17%), WhatsApp y otras aplicaciones de mensajería (15%), motores de búsqueda (7%), Twitter (6%) y YouTube (6%).

Claudia Ardini, directora del Equipo de Investigación

“La proliferación exacerbada de noticias falsas en el contexto de la pandemia del COVID-19 superó todos los límites conocidos y, de un modo u otro, afectó a toda la ciudadanía. Por ese motivo, consideraron necesario analizar sus efectos en Córdoba y otras provincias.

La recolección de datos se concretó mediante una encuesta que se distribuyó y circuló de manera aleatoria desde el 16 de junio hasta el 8 de julio de 2021, entre usuarios y usuarias de la red WhatsApp, en diferentes provincias de Argentina. La respondieron 445 personas, de las cuales el mayor porcentaje corresponde a Córdoba, seguida por Buenos Aires y Santa Fe.

Entre los ejes abordados se encontraron la identificación de noticias verdaderas o falsas; el uso general y por actividades de WhatsApp; el acceso a la información y el análisis de veracidad de las noticias e informaciones que se reciben y se comparten (herramientas utilizadas).

Los mecanismos para crear noticias falsas se han sofisticado notablemente, lo que implica mayor dificultad para desbaratarlas. La lucidez resulta imprescindible en estos tiempos de algoritmos, big data y fake news si es que pretendemos un ejercicio de ciudadanía pleno.

El gesto de dudar es un dato relevante; significa que hay espacio para instancias pedagógicas relacionadas con el tratamiento de la información y nos indica que todavía hay mucho por hacer.

La salida está en promover el diálogo colectivo y avanzar en instancias pedagógicas que problematicen y desnaturalicen la información recibida. Buscar un mayor apego a la diversidad de fuentes, pero advirtiendo que esa pluralidad no significa que todas las fuentes estén legitimadas y tengan la misma rigurosidad.

El trabajo sostenido que venimos desarrollando entre este equipo de investigación y la organización social Mutual Conexión, muestra un camino cierto de articulación territorial, de producción conjunta de conocimiento entre universidad y sociedad”.

“¿Alguna vez compartió información por WhatsApp dudando sobre su veracidad?”

Uno de los datos más significativos del estudio surge de esta pregunta. En este sentido, mientras un 18,2% de las personas respondió afirmativamente, otro 13,2% manifestó no estar segura; un 32,3% contestó negativamente y un 36,3% de las personas consultadas no respondieron a la consulta.

De la población encuestada un 43,9% cuenta con estudios universitarios, un 23,5% con posgrado universitario, un 20,4% con estudios terciarios y el 11,9% restante con estudios secundarios. De acuerdo a los datos obtenidos, las personas con alto grado de formación también son segmentos susceptibles de las fake news, “lo que deconstruye prejuicios hacia sectores con menor acceso a la educación, considerados más permeables al engaño”, sostiene el texto.

“En este punto, notamos dificultad para asumir que también pueden ser víctimas de la desinformación probablemente porque la formación académica está sobrevaluada en relación con otros saberes, pero tal como revela el estudio, no alcanza con que tengamos conocimiento sobre determinados temas para actuar de manera asertiva”.

Según apunta la especialista, entre tanta información circulando velozmente en los entornos digitales, a veces es difícil detectar los rastros que den cuenta de sus faltas a la verdad, del sesgo más o menos explícito o de sus incoherencias.

¿Qué hacer con las noticias falsas?

Ante la consulta ¿Alguna vez detectó falsedad en noticias o informaciones recibidas por WhatsApp?, más de la mitad de las personas encuestadas (58,7%) dijeron que sí, un 36,3% evitó responder y 4,9% contestó por la negativa.

Frente a este escenario, el informe sostiene que, si bien la circulación de noticias falsas siempre estuvo presente, el actual contexto hipermediático y digitalizado ha potenciado su alcance y velocidad.

Consideraciones del Grupo de Investigación

“La información en los ecosistemas digitales se mezcla con otros contenidos, lo hace en un mismo dispositivo, con diversidad de formatos y una configuración estética que difumina los límites. Si bajo el estricto régimen del click se justifica cualquier estrategia, quienes reciben y reproducen las noticias se encuentran en clara desventaja.

Ante los desafíos que plantea la búsqueda de información veraz, el estudio consultó sobre los métodos de verificación de noticias utilizados. La acción más realizada por las personas encuestadas fue apelar a los propios conocimientos y experiencia sobre el tema para analizar la información (69%).

Se trata de un proceso de validación incorporado en la mayoría de la población que pone en juego sus propios mecanismos de reconocimiento antes de dar por cierta una noticia.

Sin embargo, se advierte que la contrastación con el propio conocimiento puede no ser suficiente, principalmente porque nadie es especialista en todos los temas y porque la pretensión de verdad de las noticias falsas no siempre es tan fácil de descubrir a simple vista. Es recomendable reforzar el análisis a través de otros procesos de verificación.

En cuanto a otras estrategias puestas en juego para evitar la trampa de las fake news, las 445 personas consultadas mencionaron realizar una o varias de las siguientes: chequear la información en Google o algún otro buscador (56%); analizar si las fotos y/o videos se corresponden con la información (49%); reconocer al contacto que envía la información y la confianza que genera (51%); leer el texto completo además del título y comprobar la coherencia de la información (50%); detectar el origen de la información y su pertinencia (52%) e identificar la fecha y la actualidad de la noticia (47%).

Instancias colectivas de diálogo: la salida posible

En el estudio, a las personas encuestadas se les presentaron 10 noticias, a fin de que, según su criterio, evaluaran si cada una de ellas era verdadera, falsa o si la ubicaba en otra categoría. El dato llamativo es que hubo un grupo que admitió la imposibilidad de llegar a una conclusión por sus propios medios y se mostró dispuesto a avanzar en otras opciones para dilucidar la veracidad de esos titulares.

En esta línea, el documento señala que los resultados conseguidos ofrecen una oportunidad para construir una relación más saludable con el apego a la verdad y a formas de comunicación más centradas en la mejora de la condición humana que puedan impulsar una mirada reflexiva de las noticias.

Entiende que el fenómeno de las noticias falsas y su efecto negativo, así como la defensa de la calidad de la información, son tareas que involucran a cada persona, pero también a toda la ciudadanía.

Quizás es momento de desmitificar la idea de que la información falsa es algo que solo afecta a otras personas. Las fake news son un fenómeno social a la vez que individual, con lo que sus posibles soluciones deben abordarse también en sus diferentes dimensiones

El Ecosistema digital nos atraviesa

Concluye este documento, que se constituye en un aporte para la participación efectiva de los actores sociales en procesos de comunicación/organización/educación.

“El ecosistema digital está aquí, entre nosotros y nosotras, y nos atraviesa. Se construye continuamente a partir de nuestras definiciones y aportes y requiere de herramientas colectivas para enfrentar el efecto de la información falsa en internet.

En este sentido juegan un papel clave los Estados y las Organizaciones del Estado ampliado. Escuelas, universidades, organizaciones civiles, sociales, cooperativas, mutuales, sindicatos, entre otras, como actores estratégicos en un espacio público en disputa”.

Colofón

La Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba salió de los claustros para trabajar con la Mutual Conexión, el resultado fue exitoso y se lograron los objetivos. Nuestras entidades cuentan en su haber con un profundo conocimiento social y una conducta colaborativa, que es de práctica continua. En tanto la Universidad, aporta una metodología cientìfica, para dar veracidad a los resultados que se exponen.

No hay duda que este grado de integración entre Universidad y Sociedad favorece la comprensión de los fenómenos sociales y por supuesto le damos la bienvenida; ya que comprender un fenómeno es el primer paso para controlarlo o solucionarlo.

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