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DAVID BURÍN: QUÉ TEMAS RESUELVE LA RES. 1366/22

Entrevistamos a David Burin, integrante de la Asociación Civil INCLUIR- Instituto para la Inclusión Social y el Desarrollo Humano – que a su vez forma parte de la Red de Cooperativas Sociales, para conocer su visión de cómo impacta la nueva Resolución en los dispositivos de integración sociolaboral.

David Burín

“Cooperativas Sociales” para muchos es un término que se asocia a las cooperativas de los planes sociales. Pero internacionalmente el concepto de “Cooperativa Social” se refiere a aquellas cooperativas que sirven para incluir laboralmente a personas con discapacidad, y más específicamente usuarios de salud mental, pero también de otras discapacidades; es un concepto que surgió en Italia a partir del movimiento antimanicomial liderado por Franco Basaglia, que propuso el cierre o la transformación de los manicomios.

La cuestión es que, a partir del movimiento italiano, viajó mucha gente del área de salud mental de nuestro país a hacer pasantías, residencias y ver cómo funcionaba el sistema. También profesionales italianos vinieron a la Argentina. Se empezaron a formar algunas cooperativas, y también empresas sociales a veces sin forma jurídica, porque justamente hay problemas para la cooperativización de este Sector que todavía no están resueltos.

En INCLUIR nos sumamos a la Red en 2017, a poco de haberse fundado. Somos una “organización de apoyo”. En nuestro caso hacemos investigaciones sobre el aprendizaje de la autogestión con el equipo de la Asociación Civil, integrado por investigadores del CONICET; de la UNSAM; del Instituto Gino Germani, de la UNNE en vinculación con otras universidades. Investigamos en distintos ámbitos y también en este tipo de cooperativas”.

Esta Resolución qué viene a resolver

-El tema de ser una cooperativa multi-objeto

“No se aceptaban cooperativas que tuvieran más de un objeto social; o era gastronómica o era textil o de una única actividad y era muy difícil aprobar un Estatuto que tuviera más de un objeto, más de un rubro.

Hasta mediados de los 90, se aprobaban cooperativas con más de un rubro, pero también eran muy pocas las cooperativas de trabajo en la Argentina. Era un sector marginal. Con la crisis se multiplicaron las cooperativas de trabajo y hubo una presión porque se planteaba que había mucho fraude laboral y entonces las multi-objetos siempre estaban asimiladas con un grupo empresarial que armaba una cooperativa para fines espurios.

El área de fiscalización del INAES restringió mucho este tema. Pero en los procesos de inclusión sociolaboral hay muchas cooperativas que son multi-objeto de hecho; porque los que tienen un problema de salud mental o una discapacidad no necesariamente se adaptan bien a un solo trabajo, deben probar distintas actividades, y a veces inclusive rotar cada tanto de una actividad a otra, hasta encontrar aquella que más se adapta a su dolencia, su limitación o malestar subjetivo.

En La Plata, por ejemplo, la Asociación Civil “Una Movida de Locos”, fue desarrollando un programa radial; una feria americana; un sector de gastronomía y panadería; una textil; un vivero llamado “Viverito” y desde hace poco un sector de cerámica y cada rubro tiene un nombre, todo eso dentro del paraguas de la misma Asociación. No formalizaron la cooperativa porque con el marco anterior deberían haber tenido 6 personas jurídicas.

No tiene sentido armar seis cooperativas, con el nivel de carga burocrática que implicaría, cuando cada una tiene solo cuatro o cinco personas integrándolas. Son todas unidades de subsistencia que no generan un gran ingreso como para soportar el costo de cinco balances (cada uno cuesta aproximadamente como mínimo 25 mil pesos) y todos los trámites para contar con libros rubricados. Por otra parte, las asambleas se realizan con los integrantes de todos los emprendimientos, por lo cual habría que inventar actas separadas. Lo mismo pasa en muchas otras experiencias de la Red.

Esta Resolución viene a resolver esta situación: puede haber una sola cooperativa con varias secciones con rubros diferentes y los y las participantes pasar un tiempo trabajando en una textil y luego, si se agota o el trabajo no le resulta funcional, va al programa de radio y van circulando las personas dentro de los distintos emprendimientos”.

-Se habilita un interlocutor para este tipo de Cooperativas

“La Resolución también viene a resolver que no teníamos un interlocutor en el INAES, porque en general el Instituto está acostumbrado a Cooperativas de Trabajo de Empresas Recuperadas, de planes sociales, de software o profesionales, de agricultura familiar; o de seguros, de vivienda, de servicios… La Resolución genera una Unidad de Vinculación con el Sector y esto nos parece importante.

El Instituto va a habilitar un equipo para abocarse a nuestros casos y a entender con una mirada más amplia las particularidades de este tipo de cooperativas, que son muy distintas a cualquier otra”.

Se trata de un tipo de cooperativa mixta o híbrida

“El tercer tema que viene a resolver es que son Cooperativas de Trabajo particulares porque son híbridas o mixtas en donde los socios tienen características muy diferentes. No todos los socios son iguales, no son todos trabajadores que cobran o que participan en la distribución de excedentes.

En una Cooperativa de Trabajo de este tipo, de integración sociolaboral, están por ejemplo los usuarios de salud mental, por un lado, cada uno con su patología y su problema particular; están los profesionales del sector de salud pública que integran de algún modo la cooperativa, ya que acompañan a estos usuarios en su proceso de generar mayor autonomía e ingresos propios y tratar de poder salir del hospital psiquiátrico.

La Resolución reconoce estas distintas categorías de socios. Estos profesionales no van a cobrar excedentes de la cooperativa, porque cobran su salario como profesionales del sistema de salud pública; pero pueden pertenecer al Consejo de Administración de la cooperativa y participar en la toma decisiones, porque la unidad productiva la integran ellos también y en muchos casos tienen roles cuasi gerenciales.

Hay otra categoría que son los voluntarios. Casi todas estas personas tienen familiares que quieren participar de la cooperativa y apoyar porque es una solución para la familia ya que, aunque no gane mucho dinero, da un marco de contención; hay Asambleas; se empiezan a reconocer con otros; empiezan amistades y también a salir del hospital”. Y también hay voluntarios que son estudiantes o militantes sociales que están interesados en colaborar.

Asignaturas pendientes. Pensiones y monotributo, un problema para la atención de la salud

Si bien la Resolución es un gran avance, Burin también plantea las asignaturas pendientes.

“En las cooperativas de trabajo, no hay salarios, sino que se realiza una distribución de excedentes y la ley establece que el socio cooperativista de trabajo necesita ser monotributista. Pero esta Resolución no resuelve la incompatibilidad entre las pensiones o los subsidios por discapacidad que se pierden al inscribirse como monotributistas. Las pensiones graciables y la mayoría de los sistemas de pensiones que hay, a nivel nacional, provincial y algunas municipales, se contraponen con la obligación de ser monotributistas que es necesario para integrar una Cooperativa de Trabajo: si se inscriben pierden el subsidio.

Pero no es solamente la pérdida del subsidio el problema, sino que muchos de quienes integran estas cooperativas reciben servicios de Hospitales Públicos, se atienden hace años en el mismo centro de salud, con los mismos médicos que siguen su caso y reciben los remedios muchas veces de por vida, de forma gratuita; si se hacen monotributistas tienen que elegir una Obra Social o les imponen una, con una cobertura acotada: el Plan Médico Obligatorio. Entonces el Hospital por una cuestión de regulación sanitaria, debe dar los servicios a través de la Obra Social, y todos los tratamientos y medicamentos no son gratuitos, sino que tienen un descuento.

Desde la Red buscamos destrabar esta cuestión que es la principal traba de las muchas organizaciones que la integran esta Red. De las cerca de 60 organizaciones, más o menos habrá cinco que optaron por cooperativizarse, con todos los problemas que eso les trajo. En las mesas temáticas que armó el INAES hicimos un cuadro para presentar los problemas que padecíamos, donde se decían todos los marcos jurídicos que nos regulaban, los problemas que generaba cada uno de ellos, y las propuestas para darles solución”.

El tema de la incompatibilidad entre monotributo y pensiones o subsidios por discapacidad no es incumbencia del INAES. Se debe encontrar una solución intersectorial, donde deben participar y ponerse de acuerdo la ANDIS, la ANSES, la AFIP y posiblemente también el INAES, al ser cooperativas las afectadas. La Resolución que se aprobó resolvió muchos de los temas pendientes y la festejamos con júbilo, pero queda este tema por resolver, que esperamos poder incluir en la discusión de la nueva Ley de discapacidad que está en marcha.

De formalizarse una cooperativa, en la situación actual varios participantes posiblemente tomen la decisión de no inscribirse en el monotributo, porque no tiene la seguridad de poder sostenerse sólo con el excedente generado por su trabajo en la cooperativa; las personas con discapacidad en muchos casos tienen baja productividad, no pueden trabajar tantas horas por día y muchas veces el ingreso que van a recibir en la cooperativa no les va a alcanzar; en todo caso su trabajo sería un complemento del subsidio. Entre las dos cosas se podría tener un ingreso adecuado para llevar una vida autónoma. Por lo tanto pensamos que se debería eliminar la incompatibilidad, al menos cuando lo que se cobre por excedentes no sume más de lo estipulado para las categorías más bajas del Monotributo.

Un año atrás, la Agencia Nacional de Discapacidad, que es una de las instituciones que tiene incumbencia en este tema sacó una Resolución en donde se permitió la compatibilidad entre el subsidio y un trabajo en relación de dependencia si no superaba los dos o los tres salarios mínimos. Luego se retractó y decidió suspender el subsidio mientras la persona mantenga ese trabajo. Sin embargo son pocas las personas con discapacidad que son contratadas en relación de dependencia, precisamente por la baja productividad y las dificultades de las empresas a adaptarse a las necesidades de estos trabajadores. Finalmente las cooperativas son el ámbito más adecuado para esta inclusión, por el marco solidario con que se proponen desde un inicio”.

Las marcas en el cuerpo y en el alma

“Según el último censo de salud mental, el promedio de años que está una persona internada en un psiquiátrico son unos 12 años; pero hay gente que tiene 45 años de internación y los que menos tiempo habían permanecido eran tres años, o sea son procesos en donde fueron perdiendo derechos; en muchos casos fueron sobremedicados para facilitar el trabajo de los médico, cuando el objetivo era lograr su cura.

Las cooperativas sociales, por el contrario, curan. Pongo como ejemplo el caso de una usuaria de salud mental, que comenzó a trabajar en una cooperativa social en un hospital en el sur del conurbano. Ella contaba que a partir de estar en la cooperativa sentía que tenía que estar presentable porque recibía clientes; entonces parte del producto de su trabajo lo invertía en cosméticos. Era la primera vez que sentía que tenía que agradar a alguien y se sentía reconocida por todos los clientes del emprendimiento, generando lazos nuevos de amistad y mejorando su autoestima. Otra integrante salía con su acompañante terapéutica dentro del barrio sin un objetivo, pero ahora que trabaja en la cooperativa aprovecha las salidas para buscar mejores precios de insumos de limpieza para tratar de bajar los costos de la Cooperativa. Y todas se sienten ahora con posibilidad de participar y decidir, tomar decisiones en su cooperativa. Aquellos médicos que nombrábamos, se deconciertan con estos cambios, porque al empoderarse de este modo, también las participantes comienzan a reclamar por otros derechos. Son ejemplos de los cambios subjetivos que genera la participación”.

Asociación Incluir - Actividades

Qué hace la Asociación Civil “INCLUIR”

“Lo que nosotros hacemos es un acompañamiento técnico en la Red y en algunas cooperativas de base; hay unas 60 cooperativas de base. No somos la única organización de apoyo. También participan la Universidad de Quilmes; la Universidad de Tres de Febrero y otras asociaciones como la Asociación de Abogados de Buenos Aires, el Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo, FEDECABA. Lo que hacemos es facilitar los procesos, en algunos casos gestionar financiamiento, colaborar en los instrumentos de comunicación..

En la redacción de la Resolución participamos varias de las organizaciones de apoyo, COOPERAR y algunas cooperativas de base como La Huella, del Hospital Borda, tratando de aportar ideas para la “letra chica”. Fue un trabajo colectivo en interlocución entre técnicos y actores directos.

Las cooperativas y emprendimientos de inclusión son la vanguardia de la Red. Están trabajando en la trinchera, en el día a día de los emprendimientos. Son quienes tienen contacto directo con las realidades personales de sus asociados. Nosotros en cambio nos consideramos la retaguardi. Por ejemplo en el año 2019 presentamos un Proyecto desde la Red al Ministerio de Desarrollo Social. Formalmente se eligió presentarlo a través de la figura jurídica de INCLUIR y se coordinó en conjunto con la Universidad de Quilmes. Nos financiaron una incubadora para la Red de Cooperativas Sociales, durante dos años. El financiamiento se utilizó para armar la página web, generar un recursero de material didáctico, brindar asistencia técnica y asesoramiento a 18 cooperativas, comprar insumos y pequeños equipamientos.

Ahora, por ejemplo,  INCLUIR junto con otra organización que se llama TES – Trabajando por la Economía Social; que es un grupo de contadores y abogados que hace también este tipo de trabajo de capacitación, en conjunto estamos equipando una motorhome para que puedan viajar seis personas para hacer un trabajo itinerante; por ejemplo ir a las cooperativas sociales en territorio, quedarse lo que haga falta y trabajar con la gente. A veces con un zoom no alcanza.

Agradecemos la difusión que se dé a estos temas, ya que cada vez que hacemos un encuentro se acercan dos o tres grupos que han leído la convocatoria en algún lado y que les resuena el tema, y luego se suman a la Red.

La difusión puede hacer que la Red crezca, ya que en algunas provincias no conocemos todavía ninguna experiencia. Tenemos cooperativas en Río Negro, en Santa Fe; en Entre Ríos, en Chubut, Río Negro, Chaco, Corrientes, Córdoba, y en Buenos Aires y en CABA, pero seguramente hay otras en estos territorios y en aquellos donde no llegamos aún”.

Colofón

Concluye nuestro entrevistado:

“Lo que hace una Cooperativa Social es reparar esas marcas que nuestros cooperativistas tienen en el cuerpo y tratar de generar procesos de autonomía progresiva creando rutinas y generando nuevos vínculos; hay gente que no tuvo nunca un trabajo y su situación de vida puede ser angustiante, pero al mismo tiempo  se trata de ver las potencias individuales que surgen y se ponen en acción gracias al grupo, al trabajo colectivo. Entonces, emociona el proceso de recuperación de la identidad personal”.

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