Ing. Agr. Nicolás Carlino, consejero de CONINAGRO
Productor cítrico de Corrientes – Directorio INTA

“Por la mandarina el productor está cobrando entre 8 y 10 pesos el kilo. En el caso de la naranja si es de jugo, cobra entre 8 y 10 pesos y si es naranja ombligo de muy buena calidad están pagando 12 pesos el kilo; en tanto el pomelo rojo está un poquito mejor, con suerte te pueden llegar a pagar 15 pesos el kilo, pero en el caso del limón el productor cobra 8 o 9 pesos el kilo.”

En referencia a la brecha entre lo que percibe el productor y lo que paga el consumidor, haciendo una revisión en la cadena de valor y formación de precios, reconstituimos que a la mandarina que se paga al productor a 10 pesos el kilo, la pueden cobrar a 40 o 50 pesos a precio mayorista en el Mercado Central. De aquí se pueden desprender valores de logística, carga y empaque.

En tanto, a ese valor de venta del Mercado Central, las verdulerías le suelen remarcar un 100%. Por ejemplo, la naranja al consumidor final ronda los 100 pesos el kilo y hoy en el Mercado Central una buena naranja se está vendiendo a 350 o 400 pesos el cajón de 18 kilos; siendo optimistas termina dando 22 pesos el kilo, que es el precio al que lo compra el verdulero. También debemos tener en cuenta que el verdulero tiene un 20% aproximado de fruta que se puede perder y se deshecha.

Otro dato que recabamos es que por llevar de Corrientes a Buenos Aires un cajón de naranja de 18 kilos, el flete nos cobra 40 pesos por cada bulto. De cualquier modo, la diferencia es muy amplia observando que están remarcando en góndolas y verdulerías hasta un 150%. Si fueran más moderados habría mayor circulación y se vendería más.Los volúmenes de fruta están disponibles, pero estamos teniendo problemas de logística para embarcar y exportar.

Nuestro sector productivo, el de los cítricos, no es muy distinto al del resto de las Economías Regionales.

En referencia al contexto internacional por la pandemia, con la escalada de la moneda americana en la que basamos nuestros insumos más el proceso inflacionario, el productor está estancado.Se necesita cobrar para poder mantener la cadena de pagos y este año viene cuesta arriba.

La cadena de agregado de valor es lo que está sosteniendo al sector, particularmente con el aporte de las cooperativas”.

Dr. Carlos Iannizzotto, presidente de CONINAGRO

“El control de precios no está teniendo efecto. El sector agropecuario seguirá produciendo porque la oferta de productos hace bajar los precios. Por ello proponemos que hay acordar un sistema de premios y castigos en la cadena de comercialización, es decir, si se cumplió con el acuerdo de los precios y se cuidó el bolsillo de los ciudadanos argentinos, tener la posibilidad, por ejemplo, de que con el crédito IVA se pueda adquirir un certificado o bono fiscal que permita pagar cualquier tipo de impuesto o bien acceder a créditos blandos.

Es una idea que no está acabada y que evaluaremos desde el punto de vista tributario, pero considero que los precios no están salvaguardando al productor ni al consumidor y el control debe orientarse a un sistema de premios y castigos.

Necesitamos que las Economías Regionales tengan un tratamiento especial para que sean competitivas, tenemos que salir de este estado de descapitalización que hay en el sector.

Se deben trabajar las cadenas de valor en torno a una instancia de diálogo y consenso, en donde el Estado fortalezca el eslabón más débil de la misma, de manera que el valor agregado se distribuya de manera homogénea entre el productor, actores intermedios y que llegue al consumidor a un precio razonable”.

Colofón

Es necesario atender el caso de todas las Economías Regionales, analizar qué precios percibe el productor por sus productos y reconstruir qué sucede en la cadena de comercialización hasta el precio final que paga el consumidor en la góndola.

Hay que lograr que la brecha entre lo que percibe el productor y lo que paga el consumidor sea razonable.

Las Economías Regionales, en un mundo que cierra sus economías, están destinadas a cumplir un rol muy importante en la alimentación y empleo de los argentinos.

Asimismo, también proporciona ingresos de las divisas esenciales en el país con la exportación de productos.

Cuidemos lo que ya está organizado y funciona, porque vamos a necesitar a todos en la reconstrucción del país post pandemia. En esto, no tenemos ninguna duda.