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CONINAGRO EN 14ª CONFERENCIA ONU: ALIMENTACIÓN Y AGRICULTURA

 “Inversión rural para una recuperación incluyente pos-COVID-19”.

La Confederación Intercooperativa Agropecuaria-CONINAGRO-expresó ante la 14ª Conferencia Unidas para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas su preocupación por los indicadores que arroja la pandemia por Coronavirus, particularmente en Argentina, en términos de contagios y víctimas y del impacto en la Economía del Sector Agroindustrial.

La entidad participó del seminario virtual “Implicancias de las inversiones públicas y privadas en el Sector Agroalimentario en América Latina”, del que también formaron parte Julio Berdegué, Subdirector General de la FAO y Representante Regional para América Latina y el Caribe; John Preissing, Director Adjunto del Centro de Inversiones de la FAO; José Agustín Espino, Asesor Ministerio de Economía y Finanzas, Panamá y Manuel Torres Oficial Jefe del BCIE en Honduras.

El Dr. Carlos Iannizzotto, presidente de CONINAGRO

“Este es un proceso largo y estamos siguiendo atentamente los indicadores del sistema sanitario; con vistas a un esquema de recuperación de la economía con la solidaridad como eje y un trabajo sobre cinco pilares:

-Territorialidad: un gran potencial del campo que significa arraigo esencialmente fomentando la movilidad social, con más viviendas para el campo -ProCrear Rural- para que la familia vuelva a la ruralidad.

-Conectividad, con más tecnología podemos formar nuestro recurso humano para un salto de calidad en la educación.

-Trabajar la pobreza y la alimentación de nuestra gente, generando más empleo de calidad; aquí el campo tiene una gran oportunidad de apoyar el crecimiento.

-Sustentabilidad ambiental, tenemos que cuidar el impacto de nuestros cultivos para tener futuro; es importante invertir en buenas prácticas ambientales, cuidando nuestro suelo y financiando la educación del cuidado de nuestro suelo.

-Financiamiento que puede, en las Economías Regionales, ser un factor fundamental para trabajar sobre el desempleo y la pobreza agudizadas por la pandemia. Con suelo fértil y esfuerzo se puede tener un bienestar digno para mejorar nuestro potencial.”

Informe que presentó el Área de Economía de CONINAGRO

“El PBI per cápita viene cayendo desde hace dos años. Esto quiere decir que estamos en una continuidad de recesión y la inflación es una de las más grandes del mundo, casi la segunda más alta, con lo cual hay problemas asociados a la generación de precios que venimos siguiendo desde hace tiempo.

El Sector Agropecuario tiene una preponderancia en las exportaciones y es importante por la generación de divisas en relación a los niveles de endeudamiento en dólares que tiene el país. En ese sentido, más de la mitad de las exportaciones provienen de productos primarios e industrializados del campo.

Las estimaciones para el 2020 prevén que Argentina experimentará una caída del PBI mayor a la que en promedio padecerá América Latina y sería del 12 %. Por caso, solo en abril, que fue el primer mes entero de confinamiento y cierre de actividades, cayó 26,3% la actividad económica general, mientras que Agricultura ha caído un 10,3 %.

Líneas de financiamiento

Las líneas de financiamiento están afectadas por la incertidumbre sobre la negociación de la deuda internacional. En cuanto a ayudas fiscales, Argentina aumentó su gasto en 3 puntos del PBI. El sector de alimentos, agricultura y comercio exterior han sido declaradas actividades esenciales, y por el momento no han tenido restricciones para funcionar, pero tampoco han recibido beneficios, salvo la actividad vitivinícola”.

Monitoreo de Economías Regionales

El “Semáforo de las Economías Regionales” es una herramienta visual que expresa la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo y en este caso, las producciones que van a consumo directo han tenido buena performance; mientras que las que están asociadas a la construcción y producción de fibras y textiles están frenadas, con la complejidad que significa que una mayor producción pueda generar un exceso de ofertas y ello provoque una baja en los precios.

Por ejemplo, en la producción de leche estamos produciendo mucho y no tenemos salida externa de ese producto, que además no es de fácil acopio. En los tambos, hay grupos de productores que separan a trabajadores para que ante alguna eventualidad o contagio puedan hacer un relevo en las tareas, especialmente en actividades que no pueden parar.

Es importante medir la evolución de las actividades a corto plazo, puesto que el sector agroindustrial es heterogéneo. Hay problemas incluso de conectividad y transporte, especialmente en cosechas manuales de cítricos, manzanas y papas ha sido difícil gestionar las distancias en términos de logística federal, cuando algunos distritos han tomado medidas restrictivas de forma aislada.

En tanto qué, la forestación es una actividad que está casi paralizada, dado el contexto internacional y porque está parada la construcción; lo mismo pasa con el turismo, que sería importante dinamizar el consumo interno. Es decir que para los sectores que en teoría son ganadores porque pueden mantener su actividad, igualmente resulta una situación muy volátil que puede modificarse rápidamente.”

Colofón

“Esta coyuntura nos ha puesto de manifiesto que la producción agropecuaria la hacen las personas, y cuidar y capacitar a esas personas es el desafío y puede verse como una oportunidad. Tengamos en cuenta que el productor agropecuario argentino tiene en promedio más de 60 años y el hecho de que se haya podido adaptar a las tecnologías ha sido un gran aprendizaje.”

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