Social y Solidaria

Virtuosa complementación entre Principios Cooperativos y Objetivos de Desarrollo Sostenible

Virtuosa complementación entre Principios Cooperativos y Objetivos de Desarrollo Sostenible

Una mirada cooperativa

Un punto común y repetido es que el desarrollo sostenible y la cooperación son compatibles, afines y se potencian cuando las organizaciones cooperativas se basan en los Principios y Valores y a su vez articulan y se comprometen con sus comunidades tal como lo expresa el séptimo principio.

Hoy las empresas cooperativas y mutuales han adquirido una gran relevancia en el ámbito empresarial, convirtiéndose en entidades socio-económicas de importancia y a favor de un dinámico desarrollo local/regional articulado con el territorio, que genera mayores ingresos, tiende a una equitativa distribución del ingreso y a una disminución de conflictos de intereses.

En cada cooperativa los cambios y los desafíos producidos aceleradamente exigen elegir la opción de desarrollo correcta. Por un lado, pensar participativamente una renovación y reformulación de las estrategias y de los procesos de gestión y, por otro, una urgente vuelta a la esencia, valores y principios. Es decir, un repaso integral de las lecciones de identidad e historia de cada cooperativa. Esto es, aumentar la coherencia entre los lineamientos y postulados orientadores que marcan pautas y alumbran la acción y gestión.

La brújula, faro y fuente de la diferenciación está en la definición, valores y en los siete principios cooperativos que enmarcan al sistema y han sido oficializados por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), ellos son: Adhesión voluntaria y abierta; Control democrático para parte de los asociados; Participación económica de los asociados; Autonomía e independencia; Educación, capacitación e información; Cooperación entre cooperativas e interés por la comunidad.

La definición de la ACI es: Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada.

Para encarar las situaciones nuevas que debemos resolver tenemos un mapa doctrinario vivo, solvente y validado por las respuestas concretas que históricamente el sistema dio a distintas necesidades de las personas en diferentes lugares del mundo.

Conexión virtuosa e interactiva

Hoy tenemos un desafío y una oportunidad para mostrar el diferencial cooperativo que es conectar y comprometernos de manera vinculante con el mapa doctrinario de la Economía Social y Solidaria a la propuesta de desafíos globales dada en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU acelerando la implementación conjunta, en razón de la ligazón operativa que tienen entre sí, el apoyo recíproco y la resignificación que implica.

Este respaldo mutuo permitirá proyectar mejor el futuro y optimizar la orientación doctrinaria de la ESyS con un trabajo que sume la plataforma de los ODS mundiales integrados en la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, a la par de potenciar los objetivos que propone Naciones Unidas.

Los ODS, también conocidos como objetivos mundiales, fueron aprobados por resolución de la Asamblea General de la ONU el 25/09/15, se pusieron en marcha en enero de 2016 y seguirán orientado las políticas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo -PNUD- durante los próximos 15 años, por ello, se denomina “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.

Los 17 objetivos son: Fin de la Pobreza, Hambre Cero, Salud y Bienestar, Educación y Calidad, Igualdad de Género, Agua Limpia y Saneamiento, Energía Asequible y no Contaminante, Trabajo Decente y Crecimiento Económico, Industria Innovación e Infraestructura, Reducción de las Desigualdades, Ciudades y Comunidades Sostenibles, Producción y Consumo Responsables, Acción del Clima, Vida Submarina, Vida de Ecosistemas Terrestres, Paz, Justicia e Instituciones Sólidas y Alianzas para lograr los Objetivos. Dentro de cada objetivo se encuentran 169 metas y más de 300 indicadores, que reflejan la intensidad de la propuesta.

Creemos que en un mundo que se está reorganizando y es tan heterogéneo, construir complementariedades y priorizar las conexiones entre los Principios y los ODS es un camino valorativo y pragmático en favor del desarrollo sostenible de las personas, de la Economía Social y Solidaria y de las comunidades. Es decir, conjugar ambas plataformas es un plus muy favorable.

Todos los componentes de los ODS son fundamentales, tienen una meta específica, pero deben tomarse sistémicamente ya que se potencian y se refuerzan mutuamente, al igual que se apoyan y alinean con la definición, los Valores y los Principios Cooperativos en un cuerpo de ideas y acción. Es decir, son indivisibles, requieren una necesaria interacción e interdependencia para cumplir las finalidades y generar impacto.

Todas las cooperativas deben ajustarse estrictamente a los principios que se interrelacionan. No obstante, queremos alertar sobre un desvío demasiado usual, como es el desconocimiento y las confusiones que genera el denominado “cooperativismo a la carta”, es decir, el que transitan algunas organizaciones que sólo eligen y aplican algunos principios convenientes y funcionales a sus objetivos y rechazan o dejan de lado otros que les molestan. Es erróneo seleccionar o privilegiar alguno (s) respecto de los demás, porque se desnaturalizan, se pierde impacto positivo, consistencia organizacional y se generan contradicciones.

Por ello, la matriz organizacional de la Economía Social y Solidaria y las esferas de acción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible son sistémicas y pilares sólidos que ofrecen nuevas oportunidades, así como también generan obligaciones y nos animan a pensar en construcciones comunes, colectivas, distintas y de planes sostenibles en favor de las personas y de sus comunidades a través de la cooperación libre, voluntaria, inclusiva e inteligente.

Cooperar entre sí

También, sin banderías político-partidarias debemos pensar desde el cuarto principio cooperativo de “autonomía e independencia”, el valioso trabajo de cooperación con los Estados y la planificación estratégica concertada a nivel regional y nacional con verdadera participación democrática, en un todo de acuerdo con el punto 17 de los ODS, que recomienda: “Alianzas para lograr los objetivos”. Es imprescindible movilizar y no desparramar recursos y esfuerzos.

Obviamente, que esta idea de interacción y construcción debe contar con la decisión, compromiso y mayor autoexigencia del estamento dirigencial. Una función del liderazgo de calidad que interprete el mundo presente “aquí y ahora” e imagine posibles mundos futuros, donde se requieren innovadoras propuestas y soluciones ante los desafíos del desarrollo sostenible impulsado de “abajo hacia arriba”.

Asimismo para lograr los objetivos fijados se requiere fortalecer vínculos para adelante y utilizar, tanto herramientas de planificación adecuadas, como contar con una excelente acción proactiva de conducción, de gerenciamiento, de gestión y de control de los proyectos. También, evitar el funcionamiento de las propuestas por canales paralelos o los comportamientos isleños en la Economía Social y Solidaria.

La implementación de los ODS es una propuesta política internacional de planificación y serán contributivos para que las organizaciones de la ESyS puedan potenciar su accionar y continuar brindando los mejores servicios posibles a sus asociados, razón de ser de la existencia de las mismas con impacto en sus comunidades.

Esta amalgama y correlación permitirá diferenciar el accionar y la presencia en el mercado que brindan las cooperativas y las mutuales a fin de que cada día mayor cantidad de personas opten por los productos y servicios que ofrecen de manera más ventajosa, permanente y sostenible.

Desde el llamado “orden internacional”, otro punto de apoyo es el fuerte consenso y respaldo mundial que tienen ambas plataformas que amplía las fronteras de incidencia para actuar concretamente y de forma eficaz en 170 países nucleados en Naciones Unidas y sus territorios. A su vez la ACI reafirmó en la celebración del 96º Día Internacional de las Cooperativas del año 2018, el lema “Sociedades sostenibles gracias a la cooperación”. A lo que debemos sumar que la ACI es de la familia de la ONU. También, la Unión Mundial de la Mutualidad (UMM) y la Asociación Internacional de la Mutualidad (AIM), entidades de afinidad con la ACI, adhieren y trabajan en favor de la agenda 2030.

Mercosur Cooperativo. Una relación proyectada al futuro.

Vinculado con esta propuesta en el Mercosur las reuniones especializadas de cooperativas (RECM) y de agricultura familiar (REAF), acordaron un trabajo conjunto para el “Fomento del cooperativismo y asociativismo en la agricultura familiar en el Mercosur”, poniendo especial énfasis en el cumplimiento de los ODS nº 1, 2, 3, 4, 5, 8 y 10. (ver cuadro)

Para institucionalizar una relación de trabajo intensa entre ambas reuniones a nivel regional y las políticas públicas focalizadas en el cooperativismo y la agricultura familiar se elevó al Consejo del Mercado Común (CMC) la solicitud para su aprobación en el marco de la Dec. CMC Nº 24/1. En la LIII sesión del CMC, el 17 de diciembre de 2018, se toma el texto y es aprobado como Recomendación CMC 02/18.

Estamos convencidos que los problemas globales demandan respuestas cooperativas y que una decisión política–institucional, de enlazar, replantear y aglutinar las ideas entre ODS y la ESyS en un accionar inteligente, es una forma concreta de enriquecer los ejes estratégicos de una plataforma de desarrollo que el mundo necesita.

Sensibilizar sobre este tema y construir puentes de diálogo es el primer paso que nos proponemos.

Porque hoy tenemos la gran responsabilidad de buscar el desarrollo de sociedades más sostenibles y solidarias y avanzar con “…el compromiso  de no dejar a nadie atrás”, dijo el Administrador del PNUD, Achim Steiner.

Finalizamos este comentario sobre los ODS y los Principios Cooperativos con la convicción que la realidad está para ser transformada, asentada en la enseñanza del Papa Francisco que dijo ante las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático de Panamá “otro mundo es posible” y enfatizó   “…el derecho al futuro es también un derecho humano”

(Fuente: Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, 27 de enero de 2019.)

 

Lic. Eduardo H. Fontenla

Licenciado en Cooperativismo y Mutualismo y licenciado en Ciencia Política y Gobierno.

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Cooperativas y micro redes siglo 21

Cooperativas y micro redes siglo 21

Por el Dr. Enrique Rob Lunski  y George Tukel

Desarrollo Económico y Sustentable a través de Energías Renovables.

Las Cooperativas Eléctricas tienen una oportunidad única para contribuir al desarrollo de las poblaciones que abastecen. Su rol de comprador y distribuidor de energías puede ser expandido, gracias a las nuevas políticas del gobierno, en generadoras de electricidad con fuentes renovables como paneles solares con almacenamiento, manejados en una micro-red de servicios.

Este concepto de desarrollo sustentable de las poblaciones y regiones que cubren las cooperativas eléctricas se basa en tres pilares:

  • Poblaciones Vibrantes
  • Medio Ambiente Limpio
  • Trabajo y Desarrollo Económico

En el pasado, los programas de desarrollo económico solo contemplaban uno de estos pilares. El valor agregado de la sustentabilidad es que avanza en estas tres direcciones simultáneamente para crear municipios vibrantes, sanos y pujantes, con una participación activa de sus habitantes.

Las Micro-Redes Inteligentes son ideales para el desarrollo económico sustentable porque ofrecen la oportunidad de construir sistemas de energías distribuidas basados en fuentes de energía renovable, a la vez que aportan a una infraestructura energética segura, constante y confiable. Desarrollados correctamente, las Redes Inteligentes tienen la posibilidad de crear valor agregado a largo plazo a las municipalidades que sirven las cooperativas eléctricas:

  • Las Redes Inteligentes promueven la integración segura de la energía renovable distribuida a través de la red central ya establecida, utilizando por ejemplo paneles solares en construcciones públicas, comerciales y residenciales, edificios verdes y granjas solares y eólicas.
  • Las Redes Inteligentes se concretan a través de Micro-Redes Inteligentes que, al igual que las redes centralizadas, generan y distribuyen electricidad, pero lo hacen a nivel local. De esta manera pueden colaborar al desarrollo económico local aplicado a sus metas particulares de desarrollo y se construyen a partir de la diversificación de las fuentes energéticas, el almacenamiento de la energía y la reducción en los costos.
  • Las Redes Inteligentes promueven la educación de los consumidores hacia la conservación de energía a través del uso de artefactos más eficientes y luces LED. Asimismo, medidores de bajo costo pueden ser instalados en las viviendas, comercios, entes públicos, etc., de modo que la población pueda decidir inteligentemente como ahorrar dinero utilizando la electricidad en la forma más adecuada.

El diseño e instalación de energías renovables y de sistemas de conservación de energías a través de las micro-redes, es un importante catalizador para crear nuevos emprendimientos y puestos de trabajo a nivel local. Trabajadores locales con estudios técnicos se requerirán para implementar todas las facetas de las micro-redes y los sistemas energéticos, desde el diseño y construcción a el mantenimiento en el tiempo (así sean a escala de construcciones privadas, comerciales, industriales, o cívico-publicas)

Los resultados son una energía confiable, autosuficiente y comunidades prosperas. Este es el desafío del siglo 21 a la medida las Cooperativas para volver a ser las precursoras y las que facilitan un porvenir pujante para sus miembros.

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FONDOS COMPLEMENTARIOS DE JUBILACIÓN OPORTUNIDAD MUTUAL Y COOPERATIVA

FONDOS COMPLEMENTARIOS DE JUBILACIÓN OPORTUNIDAD MUTUAL Y COOPERATIVA

Una oprotuniad para Mutuales y Cooperativas

Introducción

La previsión estuvo presente entre los seres humanos desde tiempos muy remotos. Un ejemplo simple es la necesidad de que los hombres tengan un techo para vivir, ya sea para estar a cubierto en caso de contingencias climáticas o para estar a cubierto de ataques de animales peligrosos o para guardar sus pertenencias. Así, el hombre se prepara para encontrar una solución frente a hechos que pueden llegar a ocurrir y que les puedan traer inconvenientes.

La vejez

El hombre observó que llegado un momento determinado de su vida, las fuerzas necesarias para lograr su sustento le irían inevitablemente a abandonar. Y la solución más sencilla que encontró para asegurarse su subsistencia, y que sigue utilizándose hoy en día también con frecuencia, es que su entorno familiar le otorgue el sustento y el cuidado una vez llegado el momento de la vejez. En algunos casos de organizaciones tribales, no sólo esa tarea estaba a cargo de su familia directa sino que ese cuidad se extendía a toda la tribu.

Pero al ir evolucionando las sociedades, también fueron evolucionando los distintos sistemas para solucionar el problema de la vejez.

Desde tiempos muy remotos en Egipto a quienes dejaban de trabajar se les proporcionaba una ración de trigo mensual.

Y el emperador Augusto de Roma implementó (hace más de 2000 años) un sistema jubilatorio para sus legionarios con 20 años de servicio consistente en una suma única de 12 años de salario.

Durante la edad media los monasterios proporcionaban un lugar tranquilo de retiro para las personas pudientes que a la vejez hacían importantes donaciones a la Iglesia.

Y a medida que los países se fueron industrializando se empezó a considerar que el Estado debía organizar un régimen jubilatorio que contemplara a la población. Empezó a verse en Inglaterra a partir del siglo XVII y se terminó consolidando en Alemania a fines del siglo XIX.

A partir de allí se extendió por todo el mundo occidental y hoy en día los Fondos de Jubilaciones han crecido de una manera exponencial, garantizando de alguna manera una adecuada calidad de vida a la población jubilada.

Argentina

En nuestro país existe un sistema integrado previsional que comprende a la mayoría de nuestra población. A pesar que ha mejorado considerablemente  en los últimos tiempos en cuanto al nivel de haberes que otorga, lo importante es que los mismos se mantengan en el momento en que nos jubilemos y recibamos esos beneficios, lo cual, dependiendo de la edad que tenga hoy cada uno de nosotros, ¡puede implicar un lapso de tiempo de 5 a 40 años! Con lo cual más allá de la coyuntura actual tenemos que pensar si los gobiernos futuros van a priorizar este tema.  Y si revisamos el pasado, podremos ver que el nivel de los haberes medios jubilatorios ha tenido muchas fluctuaciones.

En consecuencia lo más aconsejable es tener una jubilación adicional, independiente, que de alguna manera morigere esas fluctuaciones. De eso se trata un Fondo Complementario de Jubilaciones.

El vehículo por excelencia para administrar estos Fondos Complementarios son las mutuales y cooperativas. Con una gestión óptima de ellos, los resultados serán extraordinarios para sus asociados. Algunas de las ventajas son las siguientes:

  1. El Fondo es administrado por asociados que son pares de todos los que se van a ver beneficiados por él. De esta manera todos pueden dar su opinión acerca de cómo se pueden invertir
  2. Una de las inversiones principales de todos los Fondos Complementarios son las ayudas económicas a los asociados, con lo cual ambas partes ganan: los asociados porque acceden a préstamos a tasas mucho menores que los bancos o financieras, y los Fondos porque obtienen una rentabilidad superior a la de depositar un plazo fijo en un banco;
  3. Otra de las inversiones puede constituir la construcción de viviendas para sus asociados. Además de las ventajas fiscales que se suele obtener con esta operatoria, que de por si implica un ahorro de costos para los asociados, el Fondo puede además otorgar el préstamo hipotecario en condiciones mucho más ventajosas que cualquier banco.
  4. Se mantiene el poder adquisitivo de los haberes complementarios en el tiempo

La creación de un Fondo requiere que una mutual diseñe una reglamentación que fijarán los derechos y obligaciones de los asociados y el Fondo, y deberá presentarlo al INAES para su aprobación, junto con otra documentación entre la que se incluye una nota técnica confeccionada por un profesional Actuario.

Los requisitos fundamentales para el éxito final de un Fondo son que pague haberes razonables respecto de sus fuentes de financiación y que mantenga su poder adquisitivo en el tiempo. Para ello es imprescindible la eficiencia en su gestión, el control del actuario (que esencialmente vigila la marcha del Fondo en el largo plazo) y la participación de sus asociados durante su existencia.

La existencia de la inflación que corroe permanentemente los haberes previsionales así como los ahorros que una persona pueda realizar individualmente, hace propicia la creación de Fondos Complementarios. Y las mutuales y cooperativas tienen una gran oportunidad para crearlos y administrarlos.

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LA HISTORIA DEL SISTEMA PREVISIONAL ARGENTINO

LA HISTORIA DEL SISTEMA PREVISIONAL ARGENTINO

Por el Dr.Alberto Fatsman

Introducción

Es importante ver brevemente la evolución pasada que ha tenido nuestro sistema previsional para estimar cuál puede ser su evolución futura. Nos centraremos en una breve síntesis histórica de los distintos regímenes nacionales existentes hasta la masificación del sistema, aproximadamente hasta el año 1957.

El concepto de previsión es muy remoto en el tiempo, pero la idea de la Seguridad Social como compromiso social por parte del Estado, se origina en Alemania durante el siglo XIX. En el año 1889 esta idea se materializa en ese país al dictarse la Ley de Seguro de Vejez e Invalidez, que es la precursora de otras normas que luego se dictaron allí y en otras partes del mundo.

La evolución en Argentina hasta 1957

Yendo específicamente a nuestro país, a fines del siglo XIX se crearon Cajas de Jubilaciones para empleados de sectores específicos que tuvieron el poder político y la influencia para que sean creadas, como por ejemplo los maestros públicos, los militares y funcionarios importantes de la administración pública.

La primera Caja creada que agrupaba un sector concreto de la economía fue la Caja de Empleados Públicos en 1904. Posteriormente, otros sectores de la economía fueron creando sus propias Cajas, como por ejemplo los Ferroviarios (1915), los Servicios Públicos (1921), los Bancarios (1923), el Periodismo (1939) y la Marina Mercante (1939).

Para acceder a la jubilación en esas Cajas se exigían normalmente 30 años de servicios y la edad requerida oscilaba entre 50 y 55 años de edad para los varones y entre 47 y 55 años de edad para las mujeres. Los importes de los beneficios variaban de acuerdo a cada Caja. Por ejemplo, los trabajadores ferroviarios tenían un haber entre el 75% y el 95% del promedio de los salarios de los últimos 5 años anteriores al momento de la jubilación. Las Cajas se financiaban con los aportes tanto por parte de los empleados como por parte de los empleadores, oscilando los mismos entre un 4% y 8% sobre los salarios tanto para unos como para los otros. Además, podrían existir fuentes adicionales de financiamiento para cada Caja en particular, como por ejemplo, el 2% sobre fletes de carga marítima o el 10% sobre el importe de los avisos oficiales.

Hasta 1940 la población cubierta era alrededor del 7% de la población económicamente activa.

A partir de 1944 y con la creación de la Caja de Comercio, comienza la masificación y expansión de la cobertura previsional. En 1946, con la creación de la Caja de Aeronavegación y la Caja de Industria, se encontraba cubierta casi la mitad de la Población Económicamente Activa.

En 1955, y con la creación de las Cajas de Trabajadores Rurales, de Servicio Doméstico y de Trabajadores Independientes, Profesionales y Empresarios, se completa la cobertura previsional, abarcando prácticamente la totalidad de la población económicamente activa.

Los requisitos y modalidades de jubilación también variaban entre las distintas Cajas. Por ejemplo, para el caso de los Empleados de Comercio, se requerían 30 años de servicios para acceder a la jubilación para el caso de los varones (27 años para las mujeres) y una edad de 55 años para los varones y 50 para las mujeres. El haber oscilaba entre 65% y el 90% de los sueldos promedio de los últimos 15 años anteriores a la jubilación. La financiación era del 7% sobre los sueldos a cargo de los empleados y del 9% a cargo de los empleadores. Además existían otras fuentes de ingresos adicionales.

Podemos hacer un breve balance de la situación previsional hasta el año 1957. Como ya dijimos, la mayor parte de la población estaba cubierta. Cada Caja tenía sus particularidades en cuanto a determinación de haberes, financiación y requisitos para la obtención de beneficios. Pero de una manera u otra todas coincidían con el tipo de prestaciones que otorgaban: jubilación ordinaria (la que se obtiene a la edad establecida), jubilación por invalidez, pensión por fallecimiento y, en la mayoría de los casos, jubilación por retiro voluntario.

Como podemos ver, la situación jubilatoria de cualquier afiliado iba a depender de la Caja en que estuviera afiliado, lo cual muestra que hasta ese momento no existía una política previsional general y centralizada: cada rama de actividad, de acuerdo a su poder de negociación, podía conseguir mayores o menores beneficios para sus afiliados.

Desde el punto de vista financiero, las Cajas en su conjunto tenían superávit anual, pero éste disminuía año tras año, lo cual comenzaban a aparecer algunas señales intranquilizadoras. Por ejemplo en 1950 el superávit fue del 4,2% del Producto Bruto Interno. En 1957 el superávit fue del 2,5% del PBI.

Por otro lado, el sistema previsional comenzaba también a generar otro tipo de señales. Por un lado, se va instalando la filosofía de un esquema de reparto, en lugar del de capitalización que prevaleció hasta ese momento. En este último caso, el beneficio a obtenerse está en función directa de los aportes realizados, en el primero no es exactamente así. De esta manera, comienza a haber una percepción de inequidad entre los distintos beneficios entre las diversas actividades, así como entre los distintos requisitos para obtenerlos, dependiendo de la rama de la actividad que se tratase.

Además en todo comienzo de un sistema previsional afluyen una gran cantidad de afiliados que realizan aportes y no tienen beneficios, por lo que ingresan a las Cajas una gran cantidad de dinero, sin que hayan salidas significativas. A medida que los afiliados van obteniendo los beneficios, los egresos de fondos se multiplican. Toda Caja de jubilaciones tiene para ello los excedentes de los primeros años de su existencia cuidadosamente invertidos para prever esta contingencia. Esto no fue precisamente lo que se hizo durante estos años: los fondos fueron invertidos a una tasa entre el 4% y el 8% anual, mientras que entre 1950 y 1957 la inflación era del orden del 20% anual.

Además, a partir de la incorporación de la Caja de Rurales, Servicio Doméstico y Autónomos, la evasión creció enormemente. En 1950 era del 14% de los afiliados, mientras que en 1957 era del 50% del total de afiliados.

El efecto combinado de estos elementos más algunos otros dieron por resultado el incipiente déficit de las Cajas. En 1958 se iba a agregar una nueva cuestión que daría por resultado un punto de inflexión definitivo hacia el derrumbe financiero del sistema previsional, cuya consecuencia última fue la reforma instaurada en 1993.

Fuentes:

Héctor Diéguez y Alberto Petrecolla: “Estudio Estadístico del Sistema Previsional Argentino en el Período 1950-1972”

Jorge Feldman, Laura Golbert y Ernesto Isuani: “Maduración y Crisis del Sistema Previsional Argentino”

Camila Arza: “La política previsional argentina: de la estratificación ocupacional a la individualización de los beneficios”

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Proyecto efectivo para promover el desarrollo económico, social y la protección del medio ambiente de la Argentina

Proyecto efectivo para promover el desarrollo económico, social y la protección del medio ambiente de la Argentina

Proyecto efectivo para promover el desarrollo económico, social y la protección del medio ambiente de la Argentina

Por el Ing. Aníbal T. Colombo*

Esta propuesta tiene como objetivo el aprovechamiento de vastas zonas que son desérticas en nuestro país por carecer del agua indispensable para que puedan transformarse en tierras productivas.

Se trata de un proyecto de gran magnitud, que de llevarse a cabo, significaría un factor generador y multiplicador de riqueza, ya que a la mejora de los suelos, que los transformará en tierras aptas para la actividad agropecuaria, debe agregarse la gran cantidad de obras civiles que demanda, y las que se generarán por la radicación de colonos en zonas actualmente despobladas.

Además realizará una importante contribución a la protección del medio ambiente.

 “CERO AGUA DULCE AL MAR”

Presentación:

Este proyecto se sustenta en dos pilares indisolubles:

– La descripción de las ventajas prácticas socio-ambientales-productivas que motivan la actividad planteada. Esto es la estrategia general, perfectamente descripta por el Ing. Colombo. Durante el análisis de factibilidad deberán efectuarse ajustes (sobre todo para ir graduando las inversiones y para no incrementar costos por superposición, etc.).

– Sobre esa base, se deben fijar tácticas constructivas apropiadas a las circunstancias políticas y socio culturales de cada frente de desarrollo a encarar (significa la unificación de los objetivos con las provincias, educación y capacitación de la gente involucrada en el proyecto, futuros pobladores beneficiados, etc.).

Es en esta segunda etapa, donde se puntualizarán las distintas acciones que permitirían plasmar, primero en los debates de los cuerpos técnicos profesionales, luego en la planificación y finalmente en la ejecución, facilitando así la comprensión de las actividades ejecutivas del Proyecto.

Descripción de las Estrategias

El proyecto a desarrollar requiere la construcción de represas de tierra de bajo costo generando espejos de agua y recarga de acuíferos para incrementar:

– Las reservas mundiales de agua dulce;

– Ampliar la frontera agropecuaria argentina recuperando 70 millones de has. áridas, logrando además, la atenuación de inundaciones, previa salida al mar.

El desarrollo debe realizarse en zonas de baja densidad de población (0.01 hab/km2)

– Extremo norte–zona de El Impenetrable;

– Extremo sur-meseta patagónica austral.

El diseño incluye la futura ampliación a otras áreas que también escurren importantes volúmenes de agua dulce al mar.

Entre los objetivos buscados se encuentran:

 – Desarrollo de infraestructura para los asentamientos humanos que acompañen la expansión de la frontera del proyecto;

– Forestación en la meseta patagónica para control de vientos;

– Desarrollo en la Patagonia de la cría de ganado bovino y camélido autóctono;

– Ordenamiento de especies valiosas en monte autóctono;

– Protección de fauna autóctona con corredores ecológicos;

– Generación de trabajo productivo en forma progresiva para más de 15 millones de personas;

– Producción industrial a partir del nuevo desarrollo agropecuario;

– Generación de presión geopolítica en zonas despobladas.

INTRODUCCIÓN:

“CERO AGUA DULCE AL MAR” es el resultado de las observaciones y estudios que hice a lo largo de mi trabajo de recuperación de campos durante los últimos 35 años. La idea fundamental del proyecto implica la retención máxima del agua dulce que se escurre al mar.

La Argentina cuenta con una de las más fértiles llanuras del mundo -la pampa húmeda- con lluvias adecuadas para la explotación agropecuaria, que ocupan cerca del 30 % de su territorio. El resto del país presenta distintos relieves y climas desde selva subtropical a meseta patagónica árida, fría y ventosa.

De las áreas que escurren agua dulce al mar se eligieron para esta primera etapa, dos zonas, ubicadas en extremos opuestos del país con similares características: bajo régimen de lluvia (200 mm/año), escasa población (0,01hab/km2) y pobre desarrollo en general.

Paradójicamente estas zonas son atravesadas por grandes volúmenes de agua durante cortos períodos de tiempo provenientes de las intensas lluvias (2.500 mm/año) y/o deshielos originados en las altas zonas andinas.

Existen otras grandes zonas del país a desarrollar, que también escurren agua dulce al mar y que en el futuro deberían incorporarse al proyecto.

La formación de miles de espejos de agua retenidos en las zonas propuestas son fuente de inimaginable desarrollo: en un principio, agropecuario, incorporando aproximadamente 70 millones de has. de tierras marginales al proceso productivo argentino.

PROYECTO

Las dos zonas elegidas para el proyecto son de distinto relieve y condiciones climáticas diferentes.

ZONA NORTE DEL PAIS:

Retención y atenuación de crecidas. Área de retención en El Impenetrable.

Ubicada en el extremo norte argentino de clima tropical con estación seca, la superficie a ser afectada por esta estrategia, puede ser dividida en dos grandes áreas:

–        Un área de retención propiamente dicha, llamada El Impenetrable de 16 millones de has. con pendientes de dirección Oeste a Este que varían entre 0,5-3m/km. Muy árida, cubierta con monte virgen, y fauna silvestre autóctona, con escasísima población indígena –tobas, matacos, wichis, etc.- y con muy escaso ganado vacuno.

 –   Esta zona se continúa hacia el este, disminuyendo su pendiente hasta anularse  en dirección al río Paraná, convirtiéndose en zona inundable. Comprende el este de Formosa, este de Chaco y los Bajos Submeridionales en el norte de Santa Fe y ocupa una superficie estimada en 21 millones de has. Se caracteriza por su mayor densidad de población, importancia económica y producción, pero siendo afectada anualmente por importantes inundaciones que perjudican sus cultivos, poblaciones e infraestructura, llegándose a evacuaciones masivas de población urbana y rural.

Los efectos no deseados, los soluciona la utilización del proyecto propuesto, que consiste en la retención en la zona de El Impenetrable del agua que la atraviesa durante los períodos de grandes lluvias (marzo-abril y noviembre) mediante una densa red de económicas represas de llanura de tierra.

Se estima que los espejos de agua así formados deberían sumar una superficie equivalente al 10 % de El Impenetrable (1,6 millones de has.) que sería la necesaria para atenuar los efectos de las inundaciones en la zona descripta.

Lo que implicaría construir un total de unas 5.500 represas de llanura de 300 has. de superficie cada una, ubicadas en el recorrido de las corridas naturales de agua de cuencas o subcuencas que se ubicarán de acuerdo a la altimetría del terreno. Esta altimetría no existe y se debería implementar mediante aerofotogrametría con cámaras láser debido a la espesura del monte que cubre el terreno.

Las represas deberán ser proyectadas de acuerdo a los terrenos sobre los que se asientan, pudiendo ser superficiales o sub-superficiales.

Se extendería la frontera agropecuaria en aproximadamente 37 millones de has. en la zona norte del proyecto.

En la superficie de El Impenetrable, mediante un desmonte orgánico, se pueden llegar a obtener tres cosechas anuales –trigo, maíz y soja- o dos cosechas de soja o importantes cosechas de algodón, debido a su clima. Además el monte autóctono natural con sus valiosas especies puede ser ordenado, y las zonas desmontadas para agricultura ser compensadas por forestación en las áreas recuperadas de inundación en los despoblados Bajos Sub-meridionales.

ZONA SUR DEL PAIS:

Retención de agua. Área de retención patagónica.

La zona en estudio propuesta es la meseta patagónica en las provincias de Chubut y Santa Cruz.

El primer dato a obtener en los estudios previos, son los caudales consumidos en la actualidad por la zona de influencia de cada corriente, con destino final su llegada al mar. El excedente a este caudal en las épocas de crecidas se desvía por aplicación del Proyecto, sobre la meseta patagónica, mediante tomas con presas en los cauces principales (tal vez de hormigón).

Saliendo el agua por esta toma a la meseta, se distribuye por las corridas naturales del terreno, reteniéndose con represas de tierra de bajo costo en puntos estratégicos. Esta zona cuenta con las altimetrías y cuencas digitalizadas.

Esto no es nuevo en la zona, ya que en el año 1929, en la estancia La Julia, atravesada por el río Chico en la provincia de Santa Cruz, cuatro hombres de origen italiano utilizando un tractor Fordson y una pala de buey, lograron retener agua y mediante la misma, forestaron cortinas de protección con 3 millones de árboles, para cortar los fuertes vientos de la zona patagónica, lo que permitió, a posteriori, lograr cosechas de trigo, centeno, alfalfa, hortalizas, etc., además de flores y plantas decorativas, y por consiguiente ganado vacuno, ya que la meseta patagónica sólo desarrolló hasta ahora ganado ovino, que produce desertificación.

El proyecto de esta zona sur, permitiría extender la frontera agropecuaria en otras 33 millones de has.

Actualmente se está implementando la cría en cautiverio del guanaco, especie autóctona que no es desertificante y cuyo pelo es de gran valor.

Las pasturas a obtener permitirían la esquila incruenta del guanaco. La carne del mismo ha sido el alimento principal de la población patagónica durante miles de años.

Es de hacer notar que en esta zona se encuentra en desarrollo un importante proyecto para generar energía eólica y producción de combustible hidrógeno.

Sería una de las posibles fuentes de energía para el desarrollo de este proyecto, así como también la microgeneración hidráulica.

CONCLUSIÓN

Las dimensiones del proyecto y sus propósitos, dan una idea de la dinámica que se generará en el país. El mundo podrá contar con fuentes importantes de recursos estratégicos -agua potable y alimentos-.

Para nuestro país, este desarrollo será la fuente de trabajo y futuro promisorio para más de 20 millones de personas entre obreros, empresarios, profesionales, científicos, artesanos e independientes. Lo anterior implica la relocalización de población radicada actualmente en los cinturones urbanos de pobreza, mejorando sus condiciones de vida.

Asimismo, más de 100.000 hijos de productores agrarios que se encuentran ya en situación de tener que cambiar de actividad, podrán tener la esperanza de desarrollar su vocación de productores agropecuarios.

Todos los beneficios a lograr son de la mayor importancia en la actual difícil situación económica argentina. Por falta de un proyecto de largo alcance se viene produciendo un fenómeno de emigración masiva de jóvenes y el empobrecimiento de más de la mitad de su población, contando con un gran territorio casi despoblado e inexplotado, con cantidades ingentes de agua dulce que se va al mar.

RECOMENDACIONES

Se debe propiciar la prohibición del uso de agua subterránea para riego agrícola, destinándosela exclusivamente para uso humano y animal.

Por otra parte, al controlar la velocidad del escurrimiento mediante las represas en serie, se atenuará la destrucción del suelo superficial, causada por la erosión hídrica, que es un capital invalorable, 

Los espejos de agua formados por las represas, podrán ser base para la creación de lugares de recreación y posibilidad de desarrollo de piscicultura.

La difusión de la idea expuesta a toda la población del país, hará conocer que el manejo del agua dulce permite obtener los dos elementos más valiosos que el ser humano necesita: agua potable y alimentación, bienes que escasearán en el futuro en nuestro planeta.

Con la concientización sobre los aspectos esenciales de este tema por parte de la dirigencia política, empresaria, sindical, estudiantil y población en general, se lograría por la máxima difusión del presente proyecto, lo que sin duda posibilitará su ejecución a quienes tienen el poder político y económico y deseen hacer un aporte con capacidad para cambiar sustancialmente el estado actual de la sociedad y de la economía de nuestro país.

PRODUCCIÓN ES INFRAESTRUCTURA

La idea es del nivel de la desarrollada y aplicada por Roosevelt en el valle del Tennessee, sobre una superficie de 20 millones de hectáreas, a fin de solucionar totalmente la situación de más de 3 millones de desocupados (mediados de la década de 1930).

Este plan es la base para un Proyecto Nacional a corto, mediano y largo plazo.

Incluye:

  • Ampliación de la frontera agropecuaria en 66 millones de hectáreas, mediante “Política: CERO AGUA DULCE AL MAR”. Se basa en la retención de excedentes de agua dulce que van al mar en la meseta patagónica de Santa Cruz y Chubut y en el Impenetrable de Salta, Chaco y Formosa. Única alternativa para un plan de infraestructura sustentable que apoye el desarrollo económico-social local, eleve significativamente el nivel de vida de nuestra población, cree una gran cantidad de nuevos puestos de trabajo, proteja el medio ambiente, y posibilite el pago de la deuda externa, pudiendo alcanzar la creación de bienes y servicios que posibiliten el autofinanciamiento de nuestra economía.
  • Retención de agua dulce para riego, alimentación de napas y conservación de humedad en suelos.
  • Disminución drástica de los efectos y pérdidas económicas, por las anuales inundaciones de Chaco, Formosa y Bajos Submeridionales. Con la sistematización de estos últimos se soluciona además históricos problemas de la provincia de Santa Fe central y en la ciudad de Santa Fe.
  • Solución definitiva de la problemática del Río Quinto, con su enorme influencia sobre el Río Salado y la laguna La Picasa (aproximadamente 3,5 millones de hectáreas de alta producción) mediante la construcción de un canal navegable (tentativo Rosario – Laboulaye – La Amarga) como sistema reversible para controlar los excesos hídricos, y en un eventual futuro a mediano plazo, de un cercano ciclo de sequía (según valores históricos ya medidos), con aducción de agua dulce desde el Río Paraná, si fuese necesario. El canal puede solucionar el antiguo problema de la laguna Melincué.
  • Presión geopolítica en extremos norte y sur del país.
  • Eliminación del uso de agua subterránea para agricultura, promoviendo la construcción de reservorios para los excedentes de aguas superficiales.
  • El estudio de prefactibilidad requiere un enfoque multidisciplinario que puede ser realizado por cinco universidades nacionales con enfoque hacia el futuro. A su vez el Estado deberá controlar y colaborar con sus instituciones –DVN, DVP, DPH, INTA, INTI, Recursos Humanos, Impacto Ambiental, AFIP, etc.- en el desarrollo de planes específicos, para cada una de las áreas.
  • Se podrá utilizar en el Proyecto un producto desarrollado en el país y fabricado bajo pautas de producción nacional y adaptada a suelos y condiciones de Argentina. Es un estabilizador químico de suelos ideado para la construcción de la red vial terciaria utilizado por su bajo costo, con alta capacidad portante y velocidad de aplicación en las etapas de construcción.

RETENCIÓN DEL AGUA, ANTES DE QUE SE VAYA AL MAR

¿Alguna vez pensó qué pasaría si el medio millón de kilómetros cuadrados que compone la superficie de Francia estuviese desertificado y por lo tanto improductivo?

Es sencillo… La economía emergente de esta región no lograría mantener a un tercio (20) de los 60 millones de habitantes. Pero el triste cuadro no se remonta al Viejo Continente sino a nuestras propias tierras.

El oeste de las provincias de Chaco y Formosa, el este de Salta, Santa Cruz y Chubut suman 580 mil kilómetros cuadrados. Lo suficiente para que sólo con una elemental y económica tecnología de retención de las aguas que inundan en períodos cortos estas regiones y que se pierden en el mar, se puedan lograr las condiciones que la alta producción agrícola necesita.

Luego de treinta años de solucionar problemas hidráulicos para el agro, mi intención con esta propuesta no es incursionar en los inconvenientes similares que se observan en la provincia de Buenos Aires, algunas áreas de la Mesopotamia, los Bajos Sub-meridionales, o áreas del Centro, del Norte u Oeste del país, que no han sido incorporadas en el proyecto..

Solo me referiré a las zonas ya mencionadas que son las de menor producción y recursos. La falta de agua debido a la inexistente retención de las lluvias estacionales, con o sin fuertes vientos, hacen que estas regiones sean las más olvidadas.

INUNDACIONES Y SEQUÍAS.

Dos problemas similares pero ubicados en distintas latitudes que responden a dos períodos del año. Excesos hídricos son seguidos por largos meses de falta de agua.

En las regiones del extremo norte y sur, los deshielos arrasan y frecuentemente inundan extensas zonas. A los pocos días de finalizados los períodos de precipitaciones, reaparece bien por calor o por vientos, el fantasma de la sequía reflejándose asimismo en las napas de aguas saladas o salobres, acompañado por desertificación superficial.

Los millones de metros cúbicos de agua dulce en los momentos pico, se pierden en el mar. Tanto el río Paraná en la zona norte como los cauces de la región Patagónica en el sur, son las vías que evacuan las aguas causando frecuentes desastres tras su paso.

El agua dulce, base de la vida del agro, con su veloz paso en la inundación, conlleva como consecuencia una escasa infiltración en el subsuelo, siendo además motivo de notable erosión hídrica.

La escasa infiltración impide la formación de napas, lentes o bolsones de agua dulce que al no presionar con su peso sobre la napa natrofreática permite su ascenso en el subsuelo. De esta manera, origina un complejo proceso de salinización, causa fundamental en la formación de desiertos.

Caso contrario ocurre en terrenos de aluvión permeable, donde el agua escapa sub-superficialmente por sobre los estratos impermeables.

En la zona norte en épocas de precipitaciones, la retención económicamente realizable de agua de lluvia en superficie, permitiría cambiar las condiciones superficiales de los suelos. La captación de gran parte de esas aguas tiende a disminuir la inundación en la zona ribereña del río Paraná y sus áreas productivas en Resistencia y Formosa; como así también en los Bajos Sub-meridionales del norte de Santa Fe. A su vez, la infiltración mejoraría la condición sub-superficial, creando o recreando la napa dulce que flota sobre la natrofreática.

Del mismo modo, los sistemas de retención disminuirían el volumen que llega a las zonas con peligro de inundación. De esta forma, se ahorrarían enormes cantidades de recursos económicos tanto del Estado Nacional, Provincial y Municipal, como de los privados.

El establecimiento de esos numerosos centros de agua retenida aumenta la humedad del suelo y da posibilidad de riego a temperatura ambiente y bajo costo. La infiltración significa además la posibilidad de poblaciones que pronto se concentrarían en una región, hoy día inhóspita, que por su clima puede llegar a ser de gran producción.

El estudio de pre factibilidad para la zona norte requiere el replanteo de numerosos factores que van desde el impacto ambiental positivo hasta el impacto social, pasando por la estructura agraria.

Si se recuperaran más de 15 millones de hectáreas de muy bajo valor de producción y adquisición, con una densidad de una persona cada 10 hectáreas, la zona tendría capacidad para 1,3 millones de personas activamente laborales solamente en el Impenetrable.

El costo del represado del 10 % de la superficie del área a recuperar –en una red de infinidad de embalses– no debería sumar como valor agregado al precio actual de la hectárea de campo, más de 35 dólares. La capacidad de producción puede llegar a ser superior a la de campos de mayor valor económico ubicados en zonas tradicionales y desarrolladas.

La infraestructura de caminos para servicios que se emplearán para la explotación y movimiento de las zonas en crecimiento, debe construirse simultáneamente con el proyecto de sistematización. El uso de una moderna técnica de estabilización de muy bajo costo de fabricación nacional en suelos naturales, permite transitar los caminos en cualquier condición.

Empresas de movimiento de suelos y camineras abundan. Excelentes técnicos y mano de obra también. Solo falta imaginación, voluntad y coraje.

EL RÍO QUINTO:

Su actual solución y consecuencias

Las soluciones ya realizadas y propuestas al problema del río Quinto, con sus implicancias en la Cuenca del Salado, noroeste de la provincia de Buenos Aires, provincia de La Pampa y área de la laguna La Picaza, no son las soluciones de fondo que el sistema necesita. Deberían llegar más allá de este ciclo de aguas altas, que con seguridad se revertirá durante muchos años después de los veinte o veinticinco venideros.

Drenar y evacuar más agua a través de la provincia de Buenos Aires implica cuando cesen las condiciones de transevaporación positiva actual, acelerar el proceso de desertificación en el corazón del país, cuando el nivel de agua potable sobre la napa natrofreática disminuya al mínimo o desaparezca. Se salinizarán los campos y los pozos de agua para poblaciones y establecimientos ganaderos, actualmente utilizados para la producción

En este momento, sólo es necesario evacuar los excedentes de agua provenientes del Río Quinto.

Para el futuro próximo sólo imagino una solución integral: la construcción de un canal navegable, desde la bifurcación del Río Quinto en sus cinco cauces y paleocauces hasta el río Paraná. La finalidad fundamental de esta aparente obra faraónica, es la de mantener uniforme el nivel de la napa de agua dulce durante los períodos de escaso aporte del Río Quinto, y la eventual evacuación de los excesos de la cuenca, como ocurre en la actualidad.

La aducción de agua desde el Río Paraná para el funcionamiento de las esclusas que hacen a la navegabilidad del canal nos proporcionaría la seguridad de mantener constante el nivel de napa freática en el largo período de escasez del próximo largo ciclo de seca.

La navegabilidad permitiría balancear los costos de funcionamiento del canal con los del transporte de cargas y granos de esa riquísima región agrícola. Asimismo, descongestionar al actual volumen de tráfico de las rutas, especialmente en época de cosecha y a la vez solucionar el problema de la laguna La Picasa, el corte de la ruta nacional 7 y FFCC y la situación de los productores de la zona y aguas abajo, desde Teodelina hasta la desembocadura del río Salado. Desaparecería, entonces, la expectativa de inundación del noroeste bonaerense y de la cuenca del Salado.

Es evidente que la magnitud del proyecto requiere de un cuidadoso estudio de pre factibilidad técnico económico, en el que se tenga en cuenta una enorme gama de aspectos. También es cierto que se necesita una fuerte voluntad política para realizarlo y un gran esfuerzo de técnicos y especialistas de la Argentina en todas las especialidades requeridas, con la implementación de técnicas utilizadas en países de Europa, si fuese necesario.

Los medios para lograrlo, equipos, fábricas y personal están aquí.

La regulación de esta enorme área productiva asegurará la tranquilidad que debe respaldar a la producción y que en definitiva el país y sus hombres necesitan.

Lo importante es actuar en el momento oportuno para evitar críticas situaciones futuras. La peor política es la de los parches. La solución más conveniente es la que funciona. Progreso es el resultado de nunca estar satisfecho.

Producción es agua y caminos.

2: Descripción de las Tácticas adecuadas

Temas de análisis:

En este campo, hay que tratar de hacer un listado integral, independientemente del orden en que se vayan estructurando las políticas resultantes. En todos los casos es imprescindible la fijación de criterios entre la Nación, las Provincias y la Municipalidades.

Hay algunas que son prioridad ABSOLUTA. Fijar parámetros de instransferibilidad de las Has. Fiscales asignadas para evitar actos de traslado de dominio territorial en todas las áreas involucradas. Para ello es  en:

– Determinar la aplicabilidad de las normas ambientales (nacionales, provinciales, municipales), en el tratamiento de los cursos de agua, según normas de idéntico tipo.

– Territorios fiscales nacionales de las áreas asignadas al proyecto, para evitar traslados exóticos que finalmente, deberán ser expropiados, etc. (en estos casos, es conveniente cubrir áreas mayores a las previstas involucrar en cada represa, para que queden áreas de resguardo para forestación, futuras instalaciones de áreas de recreación y eventuales inundaciones por desborde las aguas embalsadas, para poder ejecutar caminos tanto de trabajo como de acceso futuro, etc.).

  – Estudiar la constitución de consorcios con los futuros beneficiarios, con reglamentaciones precisas con derechos y obligaciones, costos estimados (de alguna manera se compensará con el mayor valor futuro de las tierras privadas, mejoras en las cosechas, etc.). Un ejemplo son los sistemas usados en Mendoza, San Juan, el IDEVI en la desembocadura del RIO NEGRO, entre otros modelos.

– Montos a percibir para mantener operativas las instalaciones, cubrir costos, etc. Constitución del grupo administrador coordinador  de cada uno. Responsabilidades. Elecciones rotativas, etc.

CONSTITUCIÓN DE UN GRUPO COORDINADOR

En el mismo se debatirán y fijarán pautas técnicas relativas a:

– Tiempo y forma de las tareas de relevamiento geosatelital.

– Volcado a las planchas territoriales apropiadas. Conformar plantillas tipo de cada uno.

– De ser necesario, fijar pautas para el apoyo terrestre para confirmar los análisis anteriores, fijación de planialtimetría, etc.

– En cada emplazamiento se deberán estructurar los diseños constructivos básicos, según dichos perfiles, que deberán cubrir los trabajos de construcción (ajustes al modelo típico o estándar prediseñado).

– Fijar pendientes sobre el terreno adecuadas para el suministro del agua a las áreas productivas, tipo de obra a realizar (canales al aire libre, tuberías, etc., tipo de válvulas reguladoras de los volúmenes asignados a los predios –estudiar antecedentes de las provincias andinas), de ser necesarios para algunos cierres.

– Creación de mecanismos de protección productiva a los asociados.

– Habrá que integrar los análisis del territorio, con información proveniente de las áreas de cada Provincia donde se encuentran antecedentes de:

– calidad nutritiva de las tierras para su utilización. Listado de nutrientes faltantes.

– reacción de la tierra involucrada ante los PH de las aguas acumuladas.

– nivel de nutrientes; faltantes de productos orgánicos.

– opinión del INTA para caracterizar que futuras producciones pueden realizarse     (suponiedo que no sean los que actualmente se producen en los alrededores).

Normas para la utilización de los Embalses

– Si en algún momento se utiliza el espejo de agua para recreación, IMPOSIBLE usar elementos acuáticos que no funcionen en forma eléctrica o biodiesel, para evitar la contaminación que imposibilitarían su utilización para consumo humano o animal.

– Normas de medición constante del nivel de volumen de agua disponible, ante eventuales recargas del vaso por sedimentos, etc. disminuyendo la cantidad.

– En cada provincia se deberán poseer equipos de limpieza de fondo, incluyendo barcazas equipadas con bombas extractivas adosadas a una barcaza disponible para acumular los sedimentos recuperados. Luego habrá que tener áreas para la disposición de los mismos.

– Ese mismo equipo podrá utilizarse por las provincias, en otros embalses.

– Instrumentar inmediatamente la forestación del perilago, con especies autóctonas o de simple implantación provenientes de otras experiencias similares.

– Determinar TAXATIVAMENTE que las aguas acumuladas en este sistema, son un patrimonio solidario, que no  puede ser afectado a otro destino. Penalizaciones, etc.

OTROS TEMAS DE DESARROLLO:

– Instalación en el país empresas que fabriquen máquinas motoniveladoras y retroexcavadoras para el trabajo en canales y áreas cercanas a los bordes de las represas, para extraer sedimentos (se le estaría garantizando algunos miles de embalses)

– Fabricantes de bombas para montar en las barcazas extractivas de eventuales excedentes de material depositado en el cuenco del embalse.

– Fabricantes de barcazas satélites para recibir el material extraído.

– Área de transferencia para los depósitos de estos materiales (camiones para los traslados, etc.)

– Tipificado el modelo estándar de represas en las Provincias de Santa Cruz y Chubut (especialmente en ellas, aunque también en Rio Negro, Neuquén y Mendoza) que puedan incorporar micro generadores hidráulicos (hay listado de posibles emplazamientos en el CFI y Sec. De Energía). Existen distintos proveedores internacionales de tecnología y que podrían asociarse para montar las plantas provenientes de distintos países (esto es así porque algunos fabricantes hace mini turbinas, otros hacen niveles medianos y hasta grandes).

CRITERIOS DE CAPACITACIÓN:

-Deberá determinarse qué aspectos de los proyectos, requieren capacitaciones especiales tanto para los constructores como para los integrantes de los consorcios de adherentes (especialmente en la forma de aplicar el recurso, cupos de volúmenes u horarios de riego, etc.). Fijar criterios de entrenamiento, etc.

-Integrar los proyectos, en aquellos temas de producción e industrialización, categorizados en un trabajo del Dr. Orlando Ferreres, que se incorporan a continuación, donde menciona que pueden incorporarse distintos sectores, en unos 3.000.000 de empleos.

-Para lograr este aumento de la ocupación se requiere invertir pero ¿en qué sectores? Esta es la gran cuestión, suponiendo que logremos el financiamiento para los distintos proyectos.

-De acuerdo con datos de la Fundación Mediterránea, hay al menos 17 sectores competitivos (puede haber más).

Competitivos significa que:

  •  pueden exportar,
  • que hay demanda internacional (bajo los estándares de los países adquierentes) de esos  

 productos y que nuestro costo permite en forma sistémica competir en el mundo en el largo plazo (no tiene sentido abrir mercados y luego perderlos por incumplimiento, tipo cuota Hilton).

Estas cadenas de valor agregado son las siguientes:

  1. Cadena aviar (carne y huevo).
  2. Cadena bovina (carne, cueros y manufacturas de cuero).
  3. Cadena de carne porcina (uso interno y exportar).
  4. Cadena de maíz y derivados (molienda húmeda y seca). Incluye al metanol.
  5. Cadena de trigo y derivados (harina, panificados, pastas y galletitas).
  6. Cadena de legumbres (poroto, garbanzo y arveja).
  7. Cadena de productos lácteos (leche en polvo, quesos, otros derivados).
  8. Cadena de infusiones (yerba mate y té).
  9. Cadena foresto industrial (madera, manufacturas de madera, celulosa y papel).
  10. Cadena vitivinícola.
  11. Cadena de minerales metalíferos (oro y plata).
  12. Cadena de frutas (pomáceas).
  13. Cadena aceitera (girasol, soja, y derivados). Incluyendo biodiesel.
  14. Cadena de maquinaria agrícola.
  15. Cadena autopartistas (con convenios de integración empresarial).
  16. Sectores de IT (Informática, Internet, Telecomunicaciones).
  17. Turismo internacional (de intercambio directo, temáticos, etc.).

Para cada uno de estos sectores se deberán establecer políticas de financiamiento, inversión y promoción específicas.

CÓMO IMPLEMENTAR EL PROYECTO

El tema que me preocupa, es la necesidad de promover un cambio cultural en las distintas personalidades que se vayan incorporando al proyecto, porque entiende que uno de los aspectos donde no hay especial capacitación en la Argentina, es el efecto derivado de la incapacidad que se tiene de manejar riqueza, derivado en muy poco tiempo de la aplicación de las pautas enunciadas.

El desarrollo en el tiempo, ocupará tres estadios, a saber:

– Una prefactibilidad abierta (aunque se puedan ir tomando medidas de protección territorial y ambiental en algunas áreas específicas). Esto demoraría unos tres años aproximadamente.

– En aquellos sectores donde se planifiquen embalses consecutivos, una cadena podría demandar unos 2 años de construcción y dedicación al área involucrada.

– Finalmente, disponiendo de los terrenos (que entiende se irán incorporando apenas se aprecien los resultados beneficiosos derivados de las primeras instalaciones) podrán ocupar entre 7 a 10 años para implantar los miles de embalses potencialmente previstos.

SOPORTE INFORMATIVO:

Será necesario instrumentar algunos apoyos informativos, cuya instalación no es un costo significativo.

– En primer lugar, comprar algunos radares meteorológicos para poder asegurar un sistema de alerta temprana al sistema para evitar eventuales riesgos derivados de lluvias o tormentas importantes.

– En las altas cumbres andinas, montar un sistema de mediciones niveles como los que funcionan en muchos países, con eventuales campañas de verificación ante mediciones excepcionales (por bajas o altas) que puedan llamar la atención.

– Ambas situaciones, apoyadas también con sistemas satelitales disponibles.

PREFACTIBILIDAD:

La intención sería concentrarse en las primeras áreas descriptas, con la participación de al menos 5 universidades nacionales, que posean una dotación adecuada de profesores, técnicos recibidos y en algunas tareas alumnos de los últimos años, que puedan dedicarse al diseño de la estrategia constructivo en todas las especialidades requeridas.

Entiendo que hay suficiente equipamiento de movimiento de tierras disponible (considerando que hay en uso actualmente menos del 10 % del parque disponible en todas las empresas constructoras de obras civiles, constructoras de caminos, consorcios camineros, municipalidades, etc.).

El equipo de trabajo estudiará perfiles de terreno, impacto ambiental, áreas de derivación de los excedentes hídricos, posibles uso de los terrenos, áreas de forestación, etc.

Cada futuro emplazamiento significará una carpeta descriptiva con los datos uniformes comparativos con el resto de embalses, para poder fijar prioridades.

ETAPA CONSTRUCTIVA:

Se plantean embalses de espejo de agua de aprox. 300 Has. (como una ocupación de un 10 % sobre un campo de unas 3.000 Has.). Aunque se entiende que en algunas áreas de El Impenetrable, los terrenos pueden llegar a ser de hasta 100.000 Has. Situación que se repite en las provincias patagónicas.

Si de la plantilla descriptiva de la altimetría de un terrenos se determina que el perfil del mismo tiene una pendiente de un 20 %, la ocupación sería de un presa como una U, del tipo pirámide trunca, con una base de unos 21/22 mts., de base  y una coronación de aprox. 7/8 metros, de tierra nivelada apisonada, con una compactación adecuada para evitar que puedan acomodarse en su interior nutrias que podrían perforar lentamente, el material acumulados y producir filtraciones que a la larga, son catastróficas.

A cada pendiente del terreno, se deberán adecuar las medidas, profundidades, etc.

El nivel de agua en el frente del embalse podría ser de hasta 1,20 metros de alto, pero se estima que entre el nivel superior del espejo de agua y la coronación, quedaría un metro de luz, para evitar posible problemas de oleaje por viento, etc. Asimismo se propondría efectuar implementaciones  de plantas perennes que se extenderían en todo el perímetro, disminuyendo aún más el posible efecto del viento y el oleaje, desprendimientos parciales, etc., fijando la tierra.

No hay riesgo de elevación del pelo de agua derivada de una crecida o inundación. Se estima que eso no sería posible porque los extremos superiores de esa figura de herradura, sirven de evacuadores de los excesos derivados de las crecidas, pues al llegar a un límite, el agua lo rebalsaría y escurriría por los costados de la represa, siguiendo la pendiente natural, hasta la próxima represa o su destino milenario.

ETAPA CONSOLIDACIÓN DEL PROYECTO.

Aplicando algunos criterios de selectividad socio políticas, se podrán eslabonar planes constructivos en las distintas provincias, mejorando la respuesta en la recepción de terrenos para construir embalses, tanto de propietarios individuales como de agrupamientos de dueños, que cedan partes acordadas al momento de constituirse en un consorcio productivo integrado, con un sistema de distribución interno de todos los elementos asignados a la represa, método de uso del agua, costos de administración, etc.

POTENCIALIDAD

Se han realizado distintas reflexiones comparando resultados obtenidos en uso aproximados en otros países, valorización de los terrenos derivadas de esta actividad, la necesidad de establecer algún sistema de premios a los propietarios que ceden sus terrenos (aunque la valorización del resto de la superficie de sus propiedades, se decuplica, el impacto en las poblaciones cercanos (actuales y como polo de atracción para futuras relocalizaciones), etc.

A nivel de crecimiento de cada ciudadano en forma individual y el resultando del efecto provincial y del orden nacional, los beneficios son innegables.

Especialmente en un mundo en que se nota que sufre periódicas alteraciones en sus ciclos climáticos (con efectos y perjuicios notables, afectando sistemas políticos, hambrunas, etc.).

En consecuencia, queda claro que ante una población mundial creciente, todas las variantes de mayor disponibilidad de alimentos en sus distintas alternativas no tendrán problemas en ser colocadas en todo el mundo.

Como dato que avala estas últimas reflexiones, se agrega este comentario.

De acuerdo a los datos internacionales, la mayor parte de la población de los países desarrollados y su equivalente en los estratos superiores de niveles equivalentes en los emergentes, el consumo de dichas clases pudientes alcanza en promedio a unos 700 grs. /día entre proteínas y carbohidratos (como nivel medio).

Por otro lado, en el mundo hay unos 2.500 MM de habitantes que se encuentran consumiendo unos 300 grs./día, integrando muchos de ellos porciones significativas de las poblaciones de India, China y zonas de creciente poder adquisitivo de M.Oriente y África, así como L. América. En otros países, aún consumen menos.

Si esa población en promedio un período X (por ejemplo 3/5 años) aumentara el consumo en 100 grs./día, el incremento mundial sólo en cereales (o su equivalente transformado en carne aviar, porcina o bovina), requeriría un incremento de dichos suministros  que se reflejan en esta fórmula:

365 d x 100 grs. x 2.500.000.000 habitantes = 91.250.000 Ton/año (1 Ton = 1.000.000 grs.). Si el trabajo se refiere a distribuir ese incremental en 3 años, el aumento para satisfacer aquella población sería de unos 30.000.000 Ton/año adicionales. Y simultáneamente hay que seguir alimentando a la población base más su crecimiento vegetativo.

Esto implica un aumento de superficies disponibles en todo el mundo, adecuado régimen de lluvias, de uso de equipos agrícolas semillas, fertilizantes, trasporte vehicular, naviero, etc.

Si el análisis lo efectuáramos aplicable a la República Argentina en un solo año (91.250.000 Ton), las cifras serían las siguientes: en términos de trasporte terrestre equivale a 4.562.500 camiones que transporten  20 Tn. cada uno con un promedio de 500 km. de traslado a puerto. Finalmente, a unos 1.250 barcos que trasporten unas 75.000 Tn. cada uno.

                                                   Ing. Aníbal T. Colombo

* El Ing. Aníbal T. Colombo tiene una vasta experiencia en el estudio de suelos y en la construcción de grandes obras, especialmente en el estudio, diseño y construcción de canales de drenaje, represas, excavaciones y servicios conexos en obras, para empresas de ingeniería, mineras, industriales, petroquímicas, de electricidad, cerealeras, camineras y municipios.

Email: atcolombo@ciudad.com.ar

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