“La situación es totalmente crítica. El Gobierno no nos autoriza los pagos al exterior, los proveedores no cargan y así peligran seriamente la producción de algunas líneas que no soportan más de 30 días. Y, como ya venimos de varios meses de restricciones, prácticamente no tenemos stock.

Lo del Banco Central es preocupante y mientras tanto no contamos con ninguna flexibilidad ni contemplación y ni siquiera tenemos con quién hablar para intentar mejorar la situación. No entendemos por qué nos obligan a cerrar la empresa”.

Un escenario de incertidumbre

“Precisamente, el corto y mediano plazo genera mucha incertidumbre. Si no se produce ningún cambio, será un fin de año complicado que seguramente derivará en pérdidas de obras y de trabajo porque no habrá suficiente insumo y materia prima para producir.

En este escenario, si no se logran destrabar las importaciones sabemos que no es solo nuestro el problema porque para varios frigoríficos que se dedican como nosotros al mercado interno están en la misma situación, planificando restricciones o paradas y estamos bastante tristes”.

La carne de cerdo no alcanza para el mercado interno

“El tema de carne de cerdo es peor porque localmente no alcanza y no conseguimos proveedores que puedan reemplazar en volumen lo que traíamos de Brasil, que era más o menos un 15% de los que consumíamos. Hace tres meses que no podemos entrar un kilo y nos comimos todos los stocks, entonces ya estamos limitando la producción de algunos productos, es una situación lamentable”