Social y Solidaria

LA MUTUAL MUGICA EN EL ACCESO A LA CASA PROPIA

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LA MUTUAL MUGICA EN EL ACCESO A LA CASA PROPIA

La Mutual Carlos Mugica, liderada por Marco Galán, desde un sistema autogestivo da una salida popular al acceso a la tierra a través de un loteo asociado a sindicatos. La tarea de un gran dirigente mutual.

Lo cierto es que las políticas públicas no se han ocupado desde hace años del déficit habitacional que ya es crónico en el país, y de difícil solución individual para los sectores medios y bajos que no pueden llegar a tener un lote y construir su casa.

Para la Mutual la tarea es localizar el terreno, reunir los asociados interesados en llegar a cumplir el anhelo de la casa propia y cumplir con los que venden la propiedad. 

La Mutual gestiona la adquisición de la tierra, aprueba el loteo y produce los lotes con servicios y se ejecutan las obras con empresas o pymes del lugar. Los afiliados al sindicato o quienes pretendan acceder a lotes- el programa es abierto-, se tienen que asociar a la Mutual. Primero se firma un convenio por la tierra para el aporte económico y pagar el lote y otro por la infraestructura.

El proceso dura 20 meses, desde que se adquiere el lote, y ahí comienza el inicio de obra. Hay que tramitar el proyecto y aprobarlo por la Mesa Única de Loteos -MEUL- y obtener la licencia ambiental. En la Provincia de Córdoba el trámite demora alrededor de un año, es lo que más tiempo lleva.

La infraestructura se divide en varias etapas: agua, luz, alumbrado público, apertura de las calles. Cordón cuneta y pavimento en la mayoría de los casos, aunque en Villa del Prado es suficiente con la consolidación de las calles y el que pudo comprar el lote, tendrá antes la posesión para construir.

Marco Galán -presidente de la Mutual Carlos Mugica

“En los años 90 hicimos loteos con cooperativas, cuando formábamos parte de la Unión de Organizaciones de Base. Ahí el Estado financiaba la compra de tierras y podíamos hacer la infraestructura con recursos públicos para sectores populares. Produjimos casi 2.000 lotes con servicios y en algunos casos la vivienda completa.

Después eso se cortó, no hubo más aportes públicos. Desde 2001 que la provincia no interviene más en el tema de lotes con servicios asociada a las organizaciones.

A partir de 2010 en la Mutual estamos en lo que concierne al lote con servicios, en una perspectiva de trabajo conjunto con la Unión de Educadores de la Provincia – UEPC-. Evaluamos cómo estaban los docentes para el acceso a la tierra, no solo en la ciudad de Córdoba sino también en el interior. Y vimos cómo los precios de los terrenos se habían elevado y se disociaban de su capacidad adquisitiva”. 

El Estado se desentiende del problema habitacional

“En Córdoba las inversiones en compra de tierra captaron los recursos de la producción agropecuaria y sojera particularmente. Se manifiesta en los fondos de inversión, fideicomisos, hacen barrios cerrados, departamentos. Eso generó una suerte de burbuja inmobiliaria.

Un docente, por ejemplo, no puede comprar su lote como hace 50 años atrás, a raíz del costo de la tierra. No hay regulación del Estado, que tampoco proporciona tierras ni lotes con servicios. Hay carencia de políticas nacionales, provinciales o locales.

La gente está condenada a alquilar o quedarse en las viviendas familiares, hacinadas. Esto no sólo sucede en las clases populares, es también la realidad de las clases medias. En muchos casos hay ocupaciones de tierras, está demostrado cómo crecieron los asentamientos. Y es todo un tema urbanizar estos asentamientos después, con el hecho consumado”.

Se necesita un Estado presente

“El Estado debería tener políticas accesibles para la vivienda, puede ser el Procrear o el Plan Semilla en la provincia, pero masivo, ya que 10 mil viviendas en Córdoba no mueven el amperímetro. La ausencia del Estado lleva a profundizar el problema y, desde ya, a aumentar la desigualdad en una sociedad donde la pobreza supera el 40 por ciento.

En Córdoba hace tiempo que no se impulsan políticas públicas para la construcción de viviendas populares o para el acceso a lotes con servicios, es suficiente con dar un vistazo a los presupuestos que año atrás año se aprueban. 

La Ley 10.738, que creó el programa ‘Lo Tengo Social’, que no tiene presupuesto, dice en sus fundamentos: “Es necesario pensar este tema de otra forma, que el Estado trabaje en asociación con las organizaciones sociales”.

La conexión con los sindicatos

“En este contexto empezamos a coordinar con la UEPC, para trabajar sobre un modelo de gestión, autónomo y gestionado por la mutual y de autofinanciamiento. Largamos con una primera propuesta con la Asociación Civil “Encuentro Comunitario” de Villa María y se produjeron las primeras 32 hectáreas, 650 lotes que ya tienen gente viviendo.

Pudimos demostrar que se puede hacer una experiencia de compra de tierra comunitaria, hacer la subdivisión de los lotes, dotarlos de infraestructura y que la gente acceda a la escritura.

A partir de allí es por autoconstrucción o por acceso a créditos como ProCrear. Después hicimos lo mismo en Río Ceballos, 48 hectáreas, 720 lotes con servicios, sobre la ruta E53, también con la UEPC. Y en 2015 nos vinimos a Alta Gracia y Villa del Prado, con el programa de nuestra mutual “Prohas” (Producción de Hábitat Social).

El programa tiene cuatro etapas. Los tres primeros ya se completaron, son 1.250 lotes sobre la ruta C45 entre la ruta 5 y la ruta a Falda del Carmen. Hace una semana lanzamos el Prohas IV, que son 1.000 lotes, donde participan otros sindicatos como el de los Docentes Universitarios- ADIUC; el Sindicato de los Judiciales -AGPJ.  y otras mutuales”.

Aquí nadie se lleva la ganancia

“No hay un privado que se lleve la ganancia. Hemos demostrado que es posible producir los lotes con servicios y escriturarlos. Se inicia el proceso, se realizan los aportes de las cuotas y luego se accede a la tierra. Todos los que participan son asociados a la Mutual”.

La localización de los loteos

“La localización la consensuamos con los sindicatos. Empezamos a trabajar con los vendedores sobre una opción de compra que sea accesible. Pesificar la compra es algo difícil, porque la tierra se cotiza en dólares. Lograr un plan de pagos financiado; le tenemos que explicar a los vendedores que se tienen que asociar de alguna manera con nosotros y poder cobrar la tierra en función del plazo que le damos a nuestros asociados. En el último loteo obtuvimos 36 cuotas para abonar a los vendedores en pesos. El Prohas IV, la última etapa que desarrollamos, cuenta con 59 hectáreas”. 

La cantidad de lotes con servicios ya producidos por la mutual

“En Villa María 32 hectáreas, 630 lotes; en Río Ceballos 48 hectáreas, con 716 lotes incluidos los PH; en Alta Gracia el Prohas I, II y III son en total 1.257 lotes, en hectáreas llegan a 90; y en Villa del Prado, el Prohas IV son 59 hectáreas que implican 1.000 lotes aproximadamente”.

El impacto social de la especulación inmobiliaria

“Trabajé mucho ese tema, fue mi tesis de doctorado” Cómo acceder desde los sectores populares a la tierra urbana. La ordenanza del Convenio Urbanístico que sacó el intendente Ramón Mestre (h), y cómo inicia esto Mestre padre, cuando crea las urbanizaciones especiales, los primeros barrios cerrados de Córdoba.

Esto permitió que por decreto el intendente aprobara excepciones a la norma, construir en altura o cambiar el uso del suelo. De rural, o de industrial a urbano. Se compraban tierras muy baratas y se cambiaba a uso urbano. Estudiando caso por caso, pudo verse cómo Mestre hijo no aplicaba correctamente la norma.

Una hectárea que valía 20 o 30 mil dólares al variarse el uso del suelo, permite a un empresario, por un mero acto administrativo multiplicar el valor de la tierra por cuatro, cinco o más veces y esto generó una ganancia escandalosa para los desarrollistas. 

Hay 2,5 millones de viviendas vacantes en el país, según el censo. Esta oferta está desvinculada de la demanda social y ahí podría intervenir el Estado, como en Estados Unidos o Alemania, penando o expropiando a la vivienda ociosa, gravando con impuestos u obligando para que se incorporen al mercado. O generar una inmobiliaria social. En Córdoba hay más 200 mil viviendas o departamentos ociosos. 

La gente no quiere tener dinero en los bancos y lo que no se factura se reinvierte en propiedades, es un reaseguro para mantener el valor del dinero. Hay edificios que están totalmente vacíos, ahí debe intervenir el Estado, obligando a la venta o el alquiler”.

El “costado social” que representamos

“La falta de regulaciones y lo que es peor, la permisividad o beneficios hacia el sector llamado “desarrollista”, tienen un costado social que no es atendido por los gobiernos. Las consecuencias sociales son terribles.

Queremos demostrar por un lado que hay una demanda, por el otro que la Economía Social y Solidaria puede captar ahorros y están muy lejos de generar las “burbujas inmobiliarias”. Se producen lotes a valores muy diferentes a los del mercado, con una diferencia de alrededor del 50 por ciento para arriba. La gente es copropietaria, el asociado hace aportes, acompaña un proceso solidario y después recibe el beneficio que es el lote con servicios”. 

Predio Mutual Mugica

Colofón

Siempre nos admira la capacidad emprendedora y la multiplicidad de acciones que despliega la Mutual Carlos Mugica bajo el liderazgo entusiasmado y motivador de Marco  Galán, con una trayectoria admirable.

Tal vez en esta fuente debieran abrevar los dirigentes de nuestras entidades, para encaminar sus Obras y sus Valores en una función que los trascienda.

Fuente: La nueva mañana- Miguel Apontes- y elaboración propia

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PERDIDO EN LA GRAN CIUDAD

NOTA AMBIENTAL 1200

Noticias Ambientales

PERDIDO EN LA GRAN CIUDAD

Por Héctor José Fasoli

Doctor en Química, docente e investigador,
especializado en temas ambientales.
Premio Konex de Platino en Ciencia y Tecnología.

Dijimos varias veces y de diversas maneras desde estas páginas que el ambiente es lo que nos rodea por afuera de nuestra piel y que, a su vez, nosotros somos partes del ambiente del prójimo.

Nos detuvimos ya en la cuestión de esa proximidad porque parece que los grandes temas ambientales son los que nos aproximan a una catástrofe mundial: el “agujero” en la capa de ozono y la emergencia climática o cambio global. Se tienen aparentemente fuera del ambiente las migraciones masivas, las guerras, las enfermedades y la pobreza.

Pero en estas notas somos más modestos aún: nos preocupa el ambiente cercano, ese que nos quita la armonía cotidiana que damos por asegurada, que transforma la rutina de lo predecible en una complicación inesperada que nos exaspera y, en definitiva, nos estresa innecesariamente.

Repasaremos el maltrato cotidiano que cada uno sufrimos desde nuestro ambiente cercano y que nos pone en un estado de indefensión capaz de llevar a la alteración psicológica al espíritu más templado.

Son unos pocos ejemplos que pueden pasar más o menos desapercibidos; el lector sabrá poner en evidencia los más groseros, que ordenados en una lista parecerían interminables.

Señales del caos

La Argentina en general y el área metropolitana en particular son los lugares peor señalizados del mundo. La desidia alcanza a la falta de nombre en muchísimas calles- puede caminarse decenas de cuadras sin ver la denominación de la transversal- y a calles con doble numeración en el Gran Buenos Aires.

Muchos nombres se abrevian, confundiendo al transeúnte local y ni qué decir del extranjero (¿por qué la avenida Francisco Beiró la escriben como Fco. Beiró?); hemos visto calles con el apellido antes del nombre (hasta hace poco, la calle María Catalina Marchi tenía un cartel que decía Marchi, María Catalina).

Muy cerca de ella, la calle Concepción Arenal tiene cartel de contramano tanto para quien desea doblar desde Cabildo como quien lo quiere hacer desde Manuel N. Savio.

La mayoría de los semáforos están colocados cruzando la bocacalle en vez de estar antes del cruce. Por ejemplo, si usted tiene luz verde por avenida Intendente Bullrich y gira a la derecha por la Avenida del Libertador, se encuentra con un semáforo rojo que aparentemente es para quienes esperan unos setenta metros más atrás, junto al campo de polo (!).

La señalización de rutas y autopistas es otra cosa digna de mencionar. Por ejemplo, para tomar el acceso Norte desde la General Paz hay que hacer una gran curva donde se indica que la velocidad máxima es 40 kilómetros por hora y que el radar vigila. ¿Hasta dónde tiene validez esa indicación? El sentido común sugiere que hasta que se unen los varios carriles del acceso, que vienen desde el Río de la Plata; así también lo indica el GPS.

Sin embargo, no hay señal que anuncie el permiso de aumentar la velocidad y los respetuosos deben soportar el asedio de los apurados (asedio: eufemismo por bocinazos e insultos de violencia desproporcionada).

Amigos extranjeros, acostumbrados a respetar los carriles en las rutas y autopistas de sus países, estuvieron a punto de accidentarse al seguir líneas de carriles que terminan contra el guarda-rail de la izquierda sin ningún aviso previo.

Traslado Monumento a Colón

Rehenes del pasado

El ser humano es un individuo histórico: conoce por referencia su pasado y debería servirle para corregir sus errores. Pero a su vez los acontecimientos de una época forman parte de la forma en que se vive en ella. Los hechos de un tiempo se juzgan con las leyes de ese tiempo; es absurdo juzgar el pasado lejano con las leyes o la ética del presente. No pretendo aquí dar una clase de filosofía histórica pero sí señalar los absurdos en los que caemos los argentinos.

Hace no muchos años se quitó de la hermosa plaza que está detrás de la Casa de Gobierno el fabuloso monumento a Cristóbal Colón, donado por la colectividad italiana; en su lugar se emplazó la de la heroína de la Independencia Juana Azurduy. Ambos finalmente terminaron castigados: Colón en un lugar desabrido junto al río, dándonos la espalda; como los porteños le damos la espalda al río, cosa de la que ya hablamos en otra nota, y nos ignoramos mutuamente.

Juana Azurduy fue desplazada frente al CCK: su valor histórico y visual fueron degradados porque en el antiguo predio de la Casa Rosada ahora hay…nada atractivo. Pero lo peor, y que debe llamar la atención a más de un visitante, es que el espacio verde sigue llamándose Parque Colón, que por él pasa la avenida de la Rábida y que hacia el sur comienza la hermosa avenida Paseo Colón.  

Mientras nos seguimos peleando con nuestro pasado y poniéndole nombres exóticos a su conmemoración, los EE.UU. homenajean a los colonizadores españoles: tienen el Día de Colón y en el sur del Estado de la Florida se recuerda con calles y monumentos a Ponce de León. Por cierto, el verbo “colonizar” no viene de Colón, sino que significa establecer una colonia; a su vez una colonia no es, en absoluto, sinónimo de conquista ni de esclavitud, aun cuando en ellas se pudieron cometer tropelías como en cualquier lado del mundo y en cualquier época.

¿Quién conoce el SIMELA?

El Sistema Métrico Legal Argentino –SIMELA- es el sistema de unidades de medida de uso obligatorio en el país, basado en el Sistema Internacional de Unidades. Por ley debe respetarse en cualquier documento oficial ya sea escrituras, planos, propiedad industrial, etc. y, por lo tanto, debería enseñarse a partir de los primeros años de la escuela primaria, además de ser de uso exclusivo en las universidades.

Solo algunos ejemplos: una salida del acceso norte dice: “CALLE THAMES 500 M” (el metro, unidad de longitud, tiene como símbolo la letra m, minúscula y sin punto final). Pero, enseguida, otro cartel dice: “Av. MÁQUEZ 350 m”. En el Acceso Oeste la salida a un aeropuerto se anunciaba a 500 MTS. (así, como una incorrecta abreviatura, con punto final).

La etiqueta de un alfajor dice que tiene 18,5 gr de hidratos de carbono; lo correcto es 18,5 g (símbolo de gramo) y que su “valor energético es” 145 kcal (kilocalorías); aunque esta forma de expresar el llamado también “valor calórico” de los alimentos es frecuente, lo aceptado por el SIMELA es expresarlo en kilojoules (o kilojulios); las 145 kcal del alfajor equivalen a 606 kJ (¡sí, la k minúscula por kilo y luego la J mayúscula por el nombre propio de Joule). Una dieta diaria de 2000 kcal corresponde a unos 8400 kJ.   

¿Parece difícil? Les aseguro que no, si se aprende desde chiquitos: así como al tema se lo enseñó mal puede enseñárselo bien, aunque sospecho que ni siquiera se enseña…

Colofón alterado

Hablamos de pequeñas agresiones al entendimiento, sutiles para muchos, sin importancia para muchos más, imperceptibles por acostumbramiento para la gran mayoría. Pero el ambiente es el otro, venimos diciendo, y hay muchos que están acostumbrados a vivir con cuestiones elementales ordenadas, entre ellos muchísimos visitantes de las provincias argentinas y del exterior del país.

Un querido profesor de la secundaria, a quien encontré poco después de egresar en una librería de la Avenida de Mayo, me dijo: “Fasoli: a veces me pregunto si no sería más saludable vivir en la ignorancia”. Dicha por él, historiador preparadísimo, la frase fue una clara ironía que me retumba hasta hoy.

La respuesta es: no y mil veces no; lo que debemos hacer es taladrar con la verdad y enseñar siempre. No engañarnos con los ídolos transitorios del presente y quedarnos con los hombres y mujeres egregios y permanentes. No importa que la confusión nos altere los nervios y nos haga vibrar interiormente.

Quien no vibra, quien se deja llevar por la corriente como el “Hombre Corcho” de Roberto Arlt, habrá vivido, pero “no honró la vida”, como nos dice Eladia Blázquez desde su maravillosa poesía.   

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