Social y Solidaria

ERRE CON ERRE…

NOTA FASOLI 1200

Noticias Ambientales

ERRE CON ERRE…

Por Héctor José Fasoli

Doctor en Química, docente e investigador,
especializado en temas ambientales.
Premio Konex de Platino en Ciencia y Tecnología.

`R con r, guitarra…´ me recitaba mi abuelo, y yo empleé mucho después la coplita para corregir la pronunciación de esa letra, ligeramente arrastrada, en mi hijo de dos años. Algún atractivo tendrá este fonema vibrante que los porteños junto con la “ye” en general pronunciamos con energía casi agresiva, para dolor de tímpanos del visitante extranjero.

Algún atractivo tendrá, decimos, porque en el mundo la “r” se emplea, con sentido mnemotécnico, en las instrucciones para mejora del ambiente, y ha dado lugar a una interesante disputa que podríamos llamar “fonémica”, con toques políticos e ideológicos”.

R con r, barril…

“Hace ya varias décadas que se pusieron de moda las 3R del cuidado ambiental: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Interesantes actividades vinculadas con la conducta individual y familiar, aplicable en pequeñas comunidades pero que fallan en localidades grandes, mal educadas y desorganizadas o, decididamente mal gestionadas, como expusimos en una nota anterior”.

Reducir es clave

“Reducir es clave, pues incluye actitudes que no solo tienen implicancias ambientales y que, además, son importantes para la economía familiar. Por lo pronto, comprar menos, especialmente alimentos perecederos; debería consumirse todo lo que se adquiere y, también, todo lo que se cocina.

Tiempos hubo en que los alimentos seguían un curso absolutamente natural: lo que sobraba en una comida se consumía o se reprocesaba en la siguiente, lo que aún quedaba alimentaba al perro o gato de la casa y, pequeños restos, iban a las gallinas o conejos y a producir abono para las plantas.

En las ciudades, se recomienda usar el sobrante de alimentos para fabricar tierra fértil, para lo que se requiere tiempo de procesamiento y hay un límite físico para su obtención.

Formas de reducir son comprar solo lo que se va a consumir, no abusar de productos descartables (especialmente los plásticos), utilizar la impresora en modo “borrador” (ahorro de tinta), no malgastar agua, gas ni electricidad; próximamente daremos algunas indicaciones para reducir este consumo, imprescindible en estos tiempos de precios altísimos de los servicios”.

Reutilizar

“Reutilizar hace referencia a dar aplicaciones diferentes a los materiales o extender su uso: por ejemplo, dar la ropa que ya no se usa, emplearla como trapos cuando está en mal estado, darle otros usos a frascos que contuvieron alimentos.

También pequeñas acciones que parecen poco importantes: usar el papel para escribir de las dos caras (yo hago “blocks” para anotaciones), emplear los cuadernos con hojas libres para continuar el curso siguiente, actividad que, a mi juicio, tiene gran importancia pedagógica”.

Reciclar

“Reciclar significa aprovechar parte de lo que se desecha para usos previos antes de la disposición final. Ya hablamos de la cadena de los alimentos; sumemos a eso, cierres y botones de ropa que se utilizará como trapo pueden servir para reemplazar a otros rotos o modernizar ropa antigua.

Por supuesto, hay materiales que, si se clasifican adecuadamente en casa, como ser los envases de vidrio, aluminio, plástico y cartón, pueden reciclarse industrialmente. Pero esta clasificación, ya lo comentamos, requiere un esfuerzo individual que solo se justifica con un sistema de gestión de residuos debidamente optimizado”.

¡Qué rápido rueda la rueda!

“Los materiales reciclables suelen indicarse por una figura formada por tres flechas curvas que se cierran formando un triángulo con un número en su interior o una sigla debajo. El lector puede verificarlo fácilmente: las latas de aluminio tienen la figura triangular con la sigla ALU debajo; las tapitas de las botellas de gaseosa tienen un número 2 dentro del triángulo o la sigla HDPE (a veces PEAD) para el polietileno de alta densidad.

Esos materiales, debidamente clasificados y transportados a donde corresponda pueden ser reciclados en una proporción muy alta del total del envase original. Muchos productos suelen indicar con qué porcentaje de material reciclado fueron fabricados, aunque a veces es difícil asegurar la veracidad de esa información.

Envase muy eficiente para la conservación de bebidas y alimentos fluidos o con líquidos, pero muy complicado para reciclar, es el tetrabrik, por la dificultad de separar las delgadas capas de aluminio, cartón y polietileno que lo forman.

De manera más reciente se ha comenzado a hablar de Economía Circular, como una alternativa a la habitual economía lineal. Esta Economía Circular incluye algunas etapas previas a la disposición final de los residuos; abreviadamente las etapas son: obtención de materias primas, producción, comercialización, consumo, clasificación de residuos, trituración, reciclado de (algunos) materiales, obtención de materias primas secundarias, inertización de residuos no reciclables, obtención de residuos no peligrosos y disposición final.

Está claro que, como la denominación lo indica, lo circular es la economía, con lo que el ciclo “cierra” si lo hace económicamente. Bien mirada, la Economía Circular es una segunda línea de producción tendiente a aprovechar materiales que en otros tiempos se desechaban.

La Economía Circular, en ese sentido, tiene sus propias 3R: Recuperar, Reelaborar, Reinsertar productos al circuito económico, con sus obvios beneficios ambientales. Las denominaciones de producción “de la cuna a la tumba” para la economía lineal y “de la cuna a la cuna” para la economía circular son variantes de mercadotecnia muy impactantes, pero poco convincentes y reales, especialmente en el caso de la Economía Circular”.

Las ruedas del ferrocarril

¡La rueda del ferrocarril!

“Entre todos los materiales extraídos de la naturaleza, los metales son aquellos que más claramente muestran la posibilidad de ser reciclados con muy poco desecho. Un ejemplo típico es el hierro, que desde tiempos muy antiguos emplea la chatarra para la obtención de nuevos productos.

Lo sabe muy bien la Argentina, que en los años 1990 se deshizo de sus redes ferroviarias y una parte enorme de esa “residuo” fue a parar al incipiente pero pujante desarrollo de la industria pesada china que, por esos tiempos, además, andaba por el mundo comprando y buscando explotar minas de hierro.

La cuestión ambiental, como toda actividad económica, rápidamente adquirió sesgos ideológicos. La ideología no está mal para tomar posición frente cuestiones políticas y sociales, pero complica el panorama cuando relativiza el bien y el mal de acuerdo con el color de las facciones; obsérvense la posición de analistas locales e internacionales frente a la guerra en Ucrania y se entenderá a lo que me refiero, mientras muere gente inocente sin importar nombre, nacionalidad, edad, color ni religión”.

Las 8R del consumidor ecológico

“En esa dirección existen las 8R del consumidor ecológico, que simplificamos para no extendernos demasiado:

Reflexionar, eligiendo productos ambientalmente sustentables;

Rechazar productos tóxicos y no biodegradables;

Reducir el uso indiscriminado de bienes;

Reutilizar (ya discutido);

Reciclar (ya discutido);

Reparar un dispositivo que no funciona, antes de comprar uno nuevo;

Reincorporar a la tierra todo lo que sea orgánico (ya discutido) y

Reclamar ante las autoridades o los organismos competentes cuando las empresas no tienen un comportamiento comprometido con el ambiente.

Algunos reemplazan este último concepto por Resistir toda acción contraria a las 7R anteriores, confiriéndole a las 8R un claro sesgo ideológico anticapitalista”.

Colofón circular

“El crecimiento de las ciudades, la exacerbación del consumo, la competencia entre tener versus ser en una cultura donde ser es tener; la devoción de lo material en desmedro de lo espiritual; el individualismo prevaleciendo sobre la cooperación; ha repercutido de manera significativamente negativa sobre el ambiente.

En el extremo de esto, la reacción ideológica se adueñó de prácticas ancestrales, bastardeándolas, aferrándose a la invocación de la Madre Tierra en lugares donde Ella apenas puede sobrevivir en macetas con plantas mustias que con suerte nos acordamos de regar, por eso la proliferación en los balcones de cactus y suculentas.

La rueda se cierra en una discusión interminable, mientras en el centro de ese círculo están mi abuela y las abuelas de mis amigos cuidando la comida; reciclándola naturalmente; transformándola en alimento de sus perros, gatos, gallinas y plantas, o destejiendo pulóveres para hacer otros combinando lanas.

Y veo a mi abuelo y a los abuelos de mis amigos haciendo macetas con latas de duraznos o guardando en ellas clavos y tornillos o fabricando para sus nietos alcancías con botellas de boca ancha (¡alcancías!) 

Gentes, muchas veces, con poca instrucción, pero con mucha educación “natural”, transmitida a sus hijos y de ellos a nosotros.  “Nada nuevo bajo el sol”, pienso, mientras vuelve a mi memoria la vieja copla con la voz de mi abuelo: `r con r, guitarra…´”.    

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ALTO VALLE: AROMÁTICAS Y CONDUCTA ASOCIATIVA

ALTO VALLE AROMATICAS 1200

Noticias Cooperativas

ALTO VALLE: AROMÁTICAS Y CONDUCTA ASOCIATIVA

El cultivo de aromáticas es cosa de mujeres en el Alto Valle y en la localidad de Fernández Oro en Río Negro. Son producciones alternativas a las producciones tradicionales con una notable impulsora de la actividad: la Ing. Agr. María Laura Berzins

La Cooperativa de Aromáticas fue invitada a Pueblo Cooperativo y Mutual por el INAES en el que pudimos entrevistar a una de sus asociadas, que nos ha ilustrado sobre esta actividad .

El camino en este sentido se está construyendo y es una actividad relativamente nueva para la región que permite tener un cultivo sustentable en pequeñas superficies. Las capacitaciones sirvieron para difundir el consumo de las aromáticas en general, sobre todo enseñando cómo usarlas. Tienen, básicamente, dos usos: culinario y medicinal.

Mónica Torres

Mónica Torres -miembro de la Cooperativa Agraria, Producción agroecológica del Alto Valle de la Patagonia

“Nosotros somos ahora doce integrantes, doce productores. Cada productor produce hierba en su chacra; nosotros comenzamos como Asociación de Productores de Aromáticas del Alto Valle. Yo todavía no estaba, pero empezaron cinco, primero con una experiencia de orégano en una chacra de Mabel y Benito que hicieron una plantación, pero después se fueron agregando productores que cultivaban un poco de otras aromáticas como salvia, estragón francés, melisa, romero.

A mí me llamó la atención como producir y también estaba integrada al grupo por la ingeniera agrónoma María Laura Berzins, quién daba charlas y capacitaciones y así se fue sumando gente.

Cada uno tiene distinto tipo de hierba y se planifica de este modo, muchos se ocupan de hierbas medicinales, pero todos aportamos a la cooperativa y le entregamos nuestra producción.

Juntamos la producción de todos y la procesamos, y se fracciona todo igual, se hacen las mezclas y se envasa, porque tenemos una maquina envasadora y una fraccionadora también.  Comercializamos con una marca propia “Hierbas del Alto Valle”.

Fuimos asistidos por la provincia, que nos dio un crédito para comprar las primeras plantas; luego se sumó el INTA y el Municipio consiguió las máquinas y nos cede el uso del galpón.

Maravillosas cremas y destilados artesanales

Procesamos cremas que salen de las mismas hierbas porque contamos con un destilador que hace su proceso de extraer aceite puro por un lado y por el otro deja aguas con partículas de aceite y a eso se llama hidrolado, con el que preparamos las cremas y los jabones, que no llevan conservantes, porque las hierbas son ecológicas, no tienen químicos, no usamos insecticidas ni pesticidas y tampoco agroquímicos.

Estamos incursionando en otro tipo de producción, tenemos el destilado de naranja, de pomelo y eso es bueno para la gente, con eso se prepara también todo tipo de cremas de jabón. Hay cosas que nosotros no producimos y tenemos el recurso de comprarlo a otras cooperativas.

La comercialización es todo un tema

Para comercializar nosotros tenemos página web, después tenemos un local que es el Portal de Oro y visitas públicas en las salas del complejo agroindustrial de la zona y ahí hay varias cooperativas de mujeres, por ejemplo, hay una que hace manzana deshidratada y ellas exportan.

Beneficios de la conducta asociativa

En cuanto a la conducta asociativa puedo decir que nosotros primero fuimos asociación y tardamos un montón para llegar a ser cooperativa y trabajando en equipo formamos un buen grupo, no es difícil, pero cuesta porque todos pensamos distinto, pero con el tiempo se logran los consensos.

Contacto: https://www.aromaticasaltovalle.com.ar/

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